No porque fuera una costumbre dejaba de estar mal.
Para nadie era un secreto que el estadio Cuauhtémoc se convertía en la cantina más grande de la ciudad tras culminar los juegos del Club Puebla.
Tampoco para nadie era desconocido que los palcos de dicho recinto deportivo en la colonia Maravillas se convertían en antros en donde se puede consumir grandes cantidades de alcohol y hasta conseguir drogas sintéticas.
Bajo el amparo de la propiedad privada, los espacios VIP del Cuauhtémoc eran verdaderas zonas de tolerancia no solo después sino durante los encuentros de la escuadra camotera.
El video publicado por el periodista deportivo José Hanan en el que se puede ver a un grupo de jóvenes en una tremenda fiesta en el Lounge de Corona luego de varias horas de concluir el partido entre el Puebla y Santos puso al descubierto una nueva modalidad de negocios con la venta de alcohol al interior del estadio de la Franja en medio del escándalo de la masacre en la Corregidora.
No solo eso, el también conductor del Programa “En Línea Deportiva” exhibió una vez más a la actual directiva del equipo poblano, que si bien en lo deportivo ha tenido una actuación ejemplar, en lo administrativo ha dejado mucho que desear.
Esta no es la primera vez que los hombres que dirigen los hilos del Club están envueltos en un escándalo por la tolerancia que se le tiene a los consumidores de alcohol en el estadio Cuauhtémoc y por el mal uso de las instalaciones, pues en el pasado el también dueño de La Ke Buena documentó un par de bacanales que los directivos enfranjados han realizado en este recinto, que es propiedad del gobierno del estado.
Cómo olvidar que fue Pepe Hanan quien también exhibió el #EscortGate, cuando los integrantes de la directiva del Club Puebla organizaron una reunión en las instalaciones del Cuauhtémoc con un grupo de mujeres prepago.
Estas son solo unas de las muchas historias que suceden en la sede de la Franja.
No se equivoca el gobernador Miguel Barbosa al dar un manotazo en la mesa y poner orden en el estadio del norte de la Angelópolis.
El mandatario poblano fue tajante al señalar que los horarios de operación de la Terraza de la cervecería Corona debe respetarse como se estipuló en el contrato de comodato con el gobierno del estado.
Los dueños de los palcos también fueron señalados por Barbosa Huerta.
“Mañana mismo (miércoles) citaré a la directiva para poner un alto a estos abusos.
¡Qué se creen! No entienden que esto no va a poder seguir siendo así, los peligrosos son las gentes que hacen eso, no la porra”.
Las palabras del gobernador Barbosa fueron claras, certeras y contundentes.
Y es que el video de la pachanga en el Corona Lounge no es el verdadero problema, sino lo que puede detonar la venta de alcohol al interior del estadio Cuauhtémoc fuera de los horarios permitidos y lo regulado.
“Eso está contraviniendo los acuerdos que tomamos con el Club (Puebla) y los concesionarios. Si hay evidencias que esto ocurrió, no lo vamos a permitir desde el gobierno. Los palcos no son zonas de tolerancia. Los palcos no son zona de tolerancia y no se vuelve una cantina”.
En esta declaración del mandatario se debe centrar el debate.
No se puede permitir que el estadio Cuauhtémoc se acerque a lo sucedido en la Corregidora de Querétaro, en donde por diversos errores y factores se agravó la golpiza entre las barras de los Gallos Blancos y el Atlas.
No se puede pasar por alto que el alcohol y las drogas fueron los grandes detonantes de la barbarie en la cancha queretana.
La sentencia de Barbosa no se debe tomar a la ligera.
O se cumplen con los acuerdos o vendrán las sanciones.
Y con las sanciones vendrán las consecuencias.
Esperemos que la directiva del Puebla esté a la altura de los jugadores y su cuerpo técnico, quienes están dejando todo en la cancha semana con semana.
Que lo extracancha no afecte al desempeño del equipo.
Se acabaron los desmanes en el Cuauhtémoc.
Puebla no es tierra de nadie.
En la entidad se respeta el estado de derecho, sea quien sea.
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