La desesperación de Genoveva Huerta por ocultar su desastrosa gestión como presidenta estatal del PAN en Puebla está de manifiesto.
Su desesperación y su incongruencia van de la mano.
No podía ser de otra forma.
Y es que, Huerta Villegas dejó claro una vez más que el buen manejo del dinero público, respetar a su propio partido y a su militancia y la tolerancia hacia la prensa y la libertad de expresión no son sus fuertes.
Su ADN morenovallista la traicionó de nueva cuenta.
Malversar recursos públicos, atacar a la prensa y lanzar mierda al ventilador está en el manual que el siniestro Rafael Moreno Valle le dejó a sus viudas y huérfanos.
El pasado sábado, el Consejo Político estatal del PAN rechazó por una mayoría considerable los estados financieros del ejercicio 2021 de la pseudo diputada federal indígena antes de que sus correligionarios le dieran la espalda y no la dejaran repetir en el cargo por otros tres años por su pésima administración como presidenta del Comité Directivo azul.
“Por su parte, la presidenta de la Comisión de Vigilancia del Consejo Estatal, Verónica Sobrado presentó el dictamen respecto de la situación que guardan los estados financieros del ejercicio fiscal 2021 del CDE, el cual fue votado en contra por la mayoría de los consejeros presentes, derivado de diversas observaciones que realizaron algunos consejeros y dirigentes municipales”, menciona a la letra el boletín publicado por el CDE panista.
Lo que era un secreto a voces dejó de serlo.
No está de más mencionar que esto precisamente fue lo que desató en un inicio la embestida de Genoveva Huerta contra un grupo de periodistas, incluido quien esto escribe, por documentar las anomalías que la exlideresa de Acción Nacional realizó en menoscabo del panismo poblano.
Medios como MTP Noticas, Mediatik, Efekto 10, Crónica Puebla y el Incorrecto MX alzamos la voz desde hace años para exhibir todas las irregularidades cometidas por Huerta Villegas, quien de la noche a la mañana y sin ningún antecedente empresarial comenzó a amasar una fortuna inexplicable, que incluye casas y departamentos en las zonas más lujosas de Puebla y Quintana Roo.
Eso y los millones de pesos que entregó de manera discrecional a sus más cercanos colaboradores como Eduardo Alcántara, a quien también enriqueció de manera escandalosa durante los tres años que duró su desastrosa presidencia.
A través de un descarado contubernio con un grupo de consejeros estatales del IEE heredados por el morenovallismo, Genoveva Huerta logró impulsar una mordaza en contra de todos los periodistas que exhibimos sus triquiñuelas, a través de la mal entendida violencia política con razón de género.
A pesar de esto, la verdad y la razón estuvo una vez más de nuestro lado.
Tras publicarse los detalles de la sesión del fin de semana en la que se rechazó su última cuenta pública por irregular y opaca, la “ExJefa Geno”, como era de esperarse, siguió al pie de la letra el manual de Moreno Valle: no negó las acusaciones, intentó ensuciar a todos para justiciar sus pillerías y atacó a la reconocida periodista Mónica Ventosa, cofundadora, junto con el también periodista Jorge Castillo, del portal de noticas Mediatik.
¿Qué dijo Genoveva Huerta?
Primero, se abalanzó contra Augusta Díaz de Rivera por aprobar la compra de una camioneta y obras de remodelación del Comité Estatal, pues, para ella, eran gastos innecesarios, pero no detalló que ella dejó casi inservible el vehículo asignado para la presidencia del CDE y que lo utilizaba hasta para sus viajes personales junto con su novio Irving Vargas.
Después, Huerta Villegas creó un perfil falso de la actual lideresa panista para emprender una campaña sucia en su contra muy al estilo de los Moreno Valle.
Por último, la falsa indígena atacó a Jorge Castillo y a Mónica Ventosa al acusarla, sin ninguna prueba de por medio, de cobrar en la nómina de Comité Estatal como respuesta a las notas bien documentadas realizadas por la pareja de periodistas.
De ese tamaño es la incongruencia de la señora que se envuelve en la bandera del feminismo para protegerse de todas las irregularidades descubiertas a su paso por la administración pública y partidista.
La falsa sororidad de la morenovallista es de pena ajena.
Genoveva Huerta ahora ya no solo tiene que dar cuentas sobre su riqueza inexplicable, sus orígenes indígenas para agandallarse una curul reservada para esta población, ahora también tendrá que justificar cado peso y centavo desviado de las prerrogativas del PAN.
La cloaca de la gestión genovista ya fue destapada por los propios panistas.
Y esto es apenas el inicio.
Servida, Doña Genoveva.
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