Puebla no merece representantes populares como Ignacio Mier, quien repitió en el cargo como diputado federal gracias a la controversial figura de los plurinominales y a su genuflexión con Mario Delgado y Andrés Manuel López Obrador.
Mientras el país se convierte en una fosa común en la que a diario son aventadas miles de mujeres asesinadas, el encargado de despacho de la coordinación del grupo parlamentario de Morena en la Cámara de Diputados tuvo la puntada de incitar a la violencia a través de la apología de un delito.
De acuerdo con INEGI, en el 2021 fueron asesinadas al día 10 mujeres en el país, de estas la mitad fueron feminicidios.
El pasado fin de semana luego de curar sus penas al ritmo de cumbias, el “perro muerto” Nachito Mier escupió una frase por la que será recordado por el resto de sus días.
“Los mexicanos, con su pluma, con su lápiz, los fusilen por traidores de manera pacífica, como les sucedió a sus bisabuelos políticos, Miramón y Mejía. Ellos sí fueron fusilados por traición a la patria”, fueron las palabras que Moisés Ignacio soltó en un verdadero dislate histórico.
¿A qué se refiere el inútil líder de los legisladores lopezobradoristas en San Lázaro con un “fusilamiento pacífico”?
La prensa nacional fue bastante dura y exhibió al indolente expriista, a quien se le olvidó el luto por el que atraviesa el país tras encontrarse el cuerpo sin vida de Debanhi Escobar.
El Universal, Infobae, MVS Noticias, La Crónica, Animal Político, El Financiero, La Razón, entre otros, no bajaron de infame y miserable al oriundo de Tecamachalco.
Puebla se avergüenza de Ignacio Mier.
La indolencia del diputado plurinominal morenista es tan aberrante como su falta de tacto.
Y es que, a Nachito Mier se le olvida que llamar a un fusilamiento en contra de los diputados federales que votaron en contra de la infame #LeyBartlett es un peligro latente en un país como México en el que la cultura del narcotráfico y la violencia es equiparable a naciones que se encuentran en guerrillas o conflictos bélicos.
Al exlíder estatal del PRI en Puebla le urge conectar el cerebro con la boca antes de emitir declaraciones públicas o cambiar con urgencia a sus asesores de comunicación y equipo de prensa si es que lo tiene.
Aunque se pueden entender las tontas declaraciones de Mier al recordar que solo repite como merolico las frases de su patrón Mario Delgado y de su líder moral AMLO sin ningún criterio propio o sentido común, jamás se podrá justificar la apología del delito e incitar al odio en contra de los opositores del régimen de la Cuarta Transformación.
Llamar a la violencia a los mexicanos, que idolatran al “Chapo” Guzmán y veneran a la Santa Muerte y a Jesús Malverde, por ser incapaz e inoperante al crear los consensos necesarios con la oposición en la Cámara baja del Congreso de la Unión para aprobar la Reforma Energética solo dibuja de cuerpo completo al inútil líder de los diputados federales del Movimiento Regeneración Nacional.
El tamaño de Mier quedó comprobado.
No por nada se le conoce como “Nachito”.
Nacho Mier olvida que justamente un “fusilamiento” o mejor dicho “una ejecución” fue lo que les costó la vida a tres agentes ministeriales en Tecamachalco a manos de los policías municipales de su hijo Ignacio Mier Junior, cuya incapacidad y nexos indecibles con el crimen organizado le cambio la vida a las familias de los efectivos asesinados en noviembre del 2021.
Un “fusilamiento pacífico” no es una frase que alguien como Ignacio Mier desea decir en público luego de que el año pasado fue vinculado con Sandra Nelly Cadena, la diputada federal suplente y ahijada del priista detenida por portación ilegal de armas de uso exclusivo del ejército y vínculos con las bandas huachicoleras del Triángulo Rojo.
La desafortunada declaración de Mier Velazco también reavivó la estrecha relación que su hija Daniela Mier mantenía con Alejandro Martínez Fuentes, el exedil de Quecholac preso y hermano del peligroso capo “El Toñín”.
Más allá de la campaña de odio en contra de los diputados federales del PRI, PAN, PRD y Movimiento Ciudadano que frenaron las reformas lopezobradoristas en materia energética al exhibirlos de manera inverosímil como “traidores a la patria”, el llamado a la violencia escala a un nuevo nivel de violencia política y que puede tener un desenlace bastante fatal para el país.
En un México tan polarizado y lleno de rabia no resulta nada descabellado pensar que algún desadaptado se tome de manera literal el “fusilamiento pacífico” al que llamó Moisés Ignacio y asesine a alguno de los legisladores opositores a la 4T.
Qué lastima que Nacho Mier será recordado por su inutilidad en la Ley Bartlett y por su frase tan indolente.
¿Un fusilamiento pacífico?
Mier, está claro, no sabe ni dónde vive.
Qué poca madre.
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