Al canciller Marcelo Ebrard le está pasando lo mismo que en su momento le sucedió a Manuel Camacho Solís -por allá en 1994- cuando éste y Colosio buscaban la candidatura a la presidencia de la república.
En ese entonces, Carlos Salinas de Gortari, manda a Camacho a una enmienda política -alejado de la ciudad de México-y en su ausencia, en la capital del país, destapa al Malogrado abanderado presidencial, Luis Donaldo Colosio.
Ayer tuve ese dejá vu.
Me explico.
Mientras Marcelo Ebrard, visitaba Puebla, se encontraba con el muy debilitado sector empresarial poblano, se reunía con el gobernador, Luis Miguel Barbosa Huerta, su oponente para suceder a Andrés Manuel López Obrador, Claudia Sheinbaum se veía más que en una Asamblea Informativa, en un destape adelantado a los pies del Monumento a la Revolución.
Marcelo Ebrard, sufrió un descolón político, como todos los días sufre cuando el presidente, su jefe, López Obrador, le descarapela la política exterior cada vez que abre la boca.
Otro punto débil del “carnal” Marcelo.
Que débil se ve el Canciller, Marcelo Ebrard flanqueado con operadores o pseudo operadores como lo son, Juan Carlos Natale y Jimmy Natale.
Dos verdaderos personajes que en base a bolear zapatos han alcanzado sus posiciones.
Nunca por esfuerzo, atributo, por su capacidad, sino por su mendicidad política.
Si Marcelo Ebrard descansa sus aspiraciones presidenciales en estos dos personajes en Puebla, Juan Carlos y Jimmy Natale -Los Brenan poblanos- puede ir escribiendo su epitafio a sus aspiraciones de candidatura en la entidad.
Al tiempo
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