En la lucha por el poder, al igual que en la política, lo accesorio siempre sigue la suerte de lo principal.
Como si fuera una partida de ajedrez, cada movimiento trae consigo una reacción y un juego nuevo.
La sucesión presidencial del 2024 entró ya en fase amarilla en Palacio Nacional.
La inesperada irrupción de un perfil joven, sin vicios y fuera de la mira del lopezobradorismo ha comenzado a levantar las cejas al interior del Movimiento Regeneración Nacional y sus corcholatas.
El factor Luis Donaldo Colosio es ya una realidad en la sucesión presidencial.
La ola de violencia en el norte del país, que comienza a tener tintes de terrorismo, y la crisis económica nacional está poniendo en serios predicamentos al proyecto de continuidad de la Cuarta Transformación, que impulsa el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Además de que las personalidades jugarán más que los partidos políticos, el proceso electoral del 2024 será también marcado por los sentimientos.
Electores que votarán con la mano en el bolsillo y con el miedo de perder la vida un día cualquiera en las calles por un asalto o una balacera de los sicarios del narcotráfico.
El crecimiento de Luis Donaldo Colosio Riojas, la vía emergente que hoy gobierno a Monterrey, la segunda ciudad más importante de México, en las últimas encuestas para medir la popularidad y la intensión al voto de los aspirantes a la Silla del Águila no es ninguna casualidad ni tampoco un invento de los encuestadores o de sus empresas.
El edil regio es la figura que ha encendido desde ahora los focos rojos en Palacio Nacional.
Si bien Colosio Riojas está enrolado en las filas del partido Movimiento Ciudadano, el cual no cuenta con la capacidad suficiente para sacar adelante unas elecciones presidenciales, su posible postulación como abanderado de la megacoalición opositora integrada por el PAN, PRI, PRD y, posiblemente, MC, revivió las posibilidades del bloque antilopezobradorista de recuperar la presidencia de la República en los próximos comicios federales.
¿Qué es lo que juega a favor del hijo del mítico Luis Donaldo Colosio Murrieta?
Los sentimientos, como lo mencioné en un párrafo anterior, el joven Colosio trae consigo la esperanza de “lo que pudo haber sido”, de aquel gran hombre carismático y popular que fue asesinado por la “Mafia del Poder” por atreverse a desafiar a los grandes varones custodios del PRI, de revelarse en contra del salinismo y de darle a los pobres esa luz de esperanza de salir adelante, como así lo prometió en aquel emblemático discurso durante el LXV Aniversario del Revolucionario Institucional en el Monumento a la Revolución, el 6 de marzo de 1994.
Luis Donaldo representa para la población que hoy tienen entre 50 y 60 años aquella deuda no saldada con los pobres a los que su papá les juró que “Yo veo un México con hambre y sed de justicia”, pero el alcalde de Monterrey también representa un verdadero mito entre los electores entre los 20 y 30 años a quienes el asesinato de su padre nos marcó desde muy pequeños.
Todas las personas habilitadas para emitir su sufragio en las elecciones del 2024 tienen alguna opinión de lo que pasó con Colosio Murrieta el 23 de marzo de hace 28 años en Lomas Taurinas, en Tijuana, Baja California.
Pero, el Factor Colosio no es solo un sentimiento o una esperanza del México que nos prometieron y que los propios priistas nos arrebataron.
No, la irrupción de Colosio Riojas va más allá, pues su trabajo al frente del Ayuntamiento de Monterrey es catalogado como uno de los mejores en todo el país, incluso, la popularidad y la aprobación del edil supera ya a la de Samuel García, el improvisado y desequilibrado influencer doblado a gobernador de Nuevo León que no pasó la prueba del ácido y colapsó en tiempo récord.
Al decir de diferentes estudios demoscópicos y rankings nacionales, Luis Donaldo está entre los cinco alcaldes con mejores números en todo el país.
La euforia internacional por el cambio generacional en la política, como ya sucedió en Chile con Gabriel Boric (36 años al momento de rendir protesta como presidente); en Francia con Emmanuel Macron (39 años); o Justin Trudeau (43 años), también juega a favor de Colosio, pues su juventud es otro factor que el voto switcher tomará en cuenta a la hora de elegir a su próximo presidente.
En 2018, cerca de 15 millones de jóvenes entre 18 y 23 años votaron por primera vez en unas elecciones presidenciales. Estos jóvenes pertenecen a la llamada generación millennial, una de las más conectadas e inmersas en la tecnología.
Los millennials son entre 35 y 40 millones de personas que serán protagonistas a la hora de decidir el curso de México en 2024.
El efecto Colosio puede ser lo mismo que AMLO logró en el 2018.
Un Tsunami llamado “Luis Donaldo”.
El bloque PRIANRD está sujeto a la suerte del joven Colosio.
¿Movimiento Ciudadano servirá de esquirol de López Obrador o dejará que su estrella brille con luz propia y cumpla lo que a su papá le privaron en 1994?
La promesa puede cumplirse 30 años después.
“¡México no quiere aventuras políticas! ¡México no quiere saltos al vacío! ¡México no quiere retrocesos a esquemas que ya estuvieron en el poder y probaron ser ineficaces! ¡México quiere democracia, pero rechaza su perversión: la demagogia!”
Un discurso que está más vivo que nunca y que encaja a la perfección.
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