En estos últimos días, el libro publicado por Elena Chávez se ha convertido en un auténtico escándalo. Y los escándalos en política se vuelven trending topic como suele suceder con los fenómenos sociales de alto impacto.Estamos en la era del hipertexto y, por lo tanto, de la hipersensibilidad. Pero también de un hipersensacionalismo. Sobre todo, para quienes pensaban que el presidente de la República es casi un ungido de dios. Y es que en verdad para ellos va dirigido, para los incrédulos, los insulsos, para un sector de la izquierda sin autocrítica. No es la primera vez que en Palacio Nacional se descalifican aquellos textos periodísticos que no le hacen el juego al lopezobradorismo, por eso el testimonio que le da vida a “El Rey del cash” no le levanta ni las cejas a los amigos y asesores del señor de Macuspana.
Tal vez, ya esperaban el trancazo editorial, pues se vislumbran tiempos electorales. Hay que ir preparando un terreno fértil de embrollos y nostalgias, pensarán los más optimistas. Así las cosas, la publicación en turno es un golpeteo estratégico propio de la venganza para intentar resucitar a una oposición cada vez más cansada y aturdida. Sin embargo, legiones de seguidores o feligreses de la 4T van a negar sistemáticamente que las experiencias que cuenta la periodista son argucias, patadas de ahogado para desprestigiar el proyecto de nación de este sexenio. Un proyecto de nación que le tocará maquillar al sucesor de Andrés Manuel López Obrador.
No nos hagamos tontos, en el fondo, no es un ataque certero al presidente, sino a los buitres y las ovejas que andan buscando donde volar y pastar, pues en este contexto de corrupción resuenan las filas de Sheinbaum, Ebrard y de la primera plana que no paga descorche. En unos días o semanas probablemente el escándalo se haya neutralizado con otro de la misma estirpe discursiva; con alguna hazaña del presidente o de las corcholatas que lo merodean. Pensemos entonces que “El Rey del cash” sólo es el prestanombres de alguien o de quienes pagaron a un buen precio las historias que no han transformado a México…