La operación Saving Puebla ya dio inicio en la Angelópolis.
La presentación del gabinete de Eduardo Rivera que lo acompañará en su segunda aventura al frente del Ayuntamiento de Puebla, además de despertar grandes expectativas fue bien recibido en todos los sectores de la sociedad en la capital.
Algo curioso: los únicos que quedaron inconformes con la integración del equipo de trabajo de Rivera Pérez fueron Genoveva Huerta y los morenovallistas que tienen secuestrado al Comité Directivo Estatal y quienes fueron excluidos de cualquier cartera o cargo de segundo nivel en el organigrama municipal.
El alcalde electo le pasó la factura y con intereses bastantes altos a “La Jefa Geno” y su grupúsculo, quienes se comportaron como un auténtico cártel del crimen organizado al exigirle derecho de piso e intentar extorsionarlo a pesar de su nula colaboración en las pasadas campañas y su alianza siniestra con Claudia Rivera, a través del impresentable Fernando Manzanilla.
No solo eso, a Huerta Villegas y sus limitados que le siguen el juego ya se les olvidó el desplegado que firmaron en contra de Lalo Rivera y su postulación como abanderado del PAN en la capital.
Sin un solo perfil ligado a Genoveva, Eduardo Rivera integró un verdadero gabinetazo en el que todos los grupos de los verdaderos panistas tuvieron cabida, así como perfiles priistas bien recibidos en el tricolor como Silvia Tanús y Karina Romero Alcalá, además de perfiles académicos y empresariales como Édgar Velez Tirado, Daniel Tapia y Fabián Valdivia.
A diferencia de lo que intenta tergiversar el nefasto Eduardo Alcántara, en el equipo de trabajo del edil electo destacan cuadros no solamente ligados a él también hay perfiles con reconocidas y largas trayectorias al interior de Acción Nacional, así como personajes ligados a Tony Gali, a Ana Teresa Aranda, a Jesús Zaldivar y Mario Riestra y hasta a Pablo Rodríguez Regordosa y Mónica Rodríguez Della Vecchia.
A la par del verdadero gobierno de coalición que se busca encaminar, Lalo Rivera se tomó en serio la integración de su gabinete en la que ponderó la experiencia y capacidad para revertir el caos y todas las crisis que le heredará la repudiada Claudia Rivera.
Y es que, las soluciones de los muchos problemas que hay que en Puebla capital no solo pasan por los nombres, sino también por la reingeniería del gobierno municipal.
Justo es lo que pasará con la Dirección de Normatividad que será una de las dependencias que pasarán por una reingeniería para robustecerla y dotarla de mayores facultades operativas y punitivas para solucionar el tema del ambulantaje que es uno de los focos rojos que Lalo Rivera necesita desactivar a la brevedad.
En esta dirección llegará el actual regidor Enrique Guevara, quien tendrá la difícil empresa del reordenamiento del Centro Histórico y la disminución del comercio informal desbordado por toda la ciudad.
Otro dato en el que estoy en posibilidades de adelantar es que Eduardo Rivera se reservará hasta el último minuto el nombramiento de su secretario de Seguridad Pública luego de que sus primeras tres opciones, Eduardo Vázquez Rossains, Amadeo Lara y César Jáuregui, se cayeron.
Con las cuotas cubiertas para verdaderos panistas, la consolidación de su alianza con el PRI y la integración de perfiles de la sociedad civil, Lalo Rivera formó un gabinetazo con la tarea de rescatar a la ciudad de Puebla.
Saving Puebla ya está en marcha.
El blindaje a Ana Teresa Aranda
Desde la Ciudad de México, aunque le pese a Genoveva Huerta, ya le dieron luz verde a Ana Teresa Aranda para que busque la dirigencia estatal del PAN en Puebla y le prometieron que no van a tumbarle su registro como candidata para la elección interna que se presentará a mediados de noviembre.
Aranda Orozco cuenta con tres argumentos irrefutables para evitar cualquier triquiñuela de “La Jefa Geno”, quien intentará eliminar en la mesa a la legisladora de la contienda interna ante el pavor que le tiene en un enfrentamiento tet a tet.
El primero es que en al artículo que refiere la antigüedad de cinco años de militancia como requisito para aspirar a una presidencia estatal no dice de manera explícita que deben ser ininterrumpidos.
El segundo es que “La Doña”, a pesar de haber renunciado en el 2016 a su militancia y después regresar al partido, jamás fue dada de baja del padrón de afiliados, por lo que su salida jamás causo efecto.
Y el tercero, y más importante, es la palabra y el visto bueno de Marko Cortés de dejarla competir y de no inclinar la balanza, aunque Huerta Villegas, a través de sus voceros, jure que cuenta con el camino libre por órdenes del presidente del CEN albiazul. Ana Tere, por donde se le vea, está blindada y Genoveva Huerta se encamina a una nueva derrota.
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