Ricardo Monreal es, tal vez, uno de los más grandes animales políticos de las últimas décadas.
Un verdadero actor, como pocos, de la realpolitik.

Monreal Ávila de la 4T supo instaurar un longevo cacicasgo en lo que hoy –y desde hace mucho tiempo– es su bastión político, Zacatecas.
Los hermanos Ricardo, David y Saúl Monreal Ávila son tres de una familia de 15 consanguíneos que han ocupado en –por lo menos– las últimas dos décadas diversos puestos del servicio público en su estado natal. Ricardo ya fue gobernador de la entidad zacatecana; David fue alcalde del municipio de Fresnillo (de donde es originaria la familia) del año 2007 al 2010 y ahora es el gobernador; y su hermano Saúl es el actual presidente municipal de Fresnillo.
Nacidos en el régimen del PRI, como casi todas “las vacas sagradas” de Morena, Ricardo y sus hermanos supieron saltar en su momento al barco del PRD, partido en el que se sumaron a Andrés Manuel López Obrador hace más de 30 años, y después siguieron al hoy presidente de la República en su periplo para la creación de su partido político, que hoy lo tiene gobernando casi todos los estados y la Federación.
Hoy, Ricardo Monreal se asume como la corcholata más rebelde de AMLO.
Con un estilo bastante rudo y temerario, el exjefe delegacional de la Cuauhtémoc es un experto en estirar la liga sin romperla en el círculo rojo.
Su paso por el Senado de la República, como coordinador legislativo de la bancada de Morena, es muestra de ello.
Tras un inicio bastante cercano con López Obrador en la génesis de su sexenio, Monreal se fue alejando del presidente de la República y de Palacio Nacional, lugar en donde llegó a compartir tamales de chipilín con “el ciudadano”.
Las evidencias de traicionar al lopezobradorismo y jugarles las contras a Claudia Sheinbaum no solo fueron públicas, sino, probadas en las elecciones intermedias en las que el PRIANRD le arrebató a Morena la mitad de la alcaldías de la capital del país.
También, sobre el senador de Morena empezaron a recaer acusaciones sobre su participación y movilización a favor del INE y en contra de las reformas electorales promovidas por el gobierno de AMLO que sacaron a decenas de miles de personas a las calles de la Ciudad de México.
Ricardo Monreal entró en una fase de kamikaze.
Y en política, quien traiciona una vez, lo hace dos veces.
El invierno con López Obrador llevó a Ricardo Monreal a, incluso, coquetear con la otrora alianza opositora Va por México.
Una vez que logró, tras muchos intentos, que el presidente de México lo subiera en su baraja de aspirantes presidenciales para poder placearse en todo el territorio nacional para ser quien abandere a Morena en el 2024, Monreal Ávila otra vez está dando serios visos de jugar como esquirol del Frente Amplio por México.
Otra vez la quintacolumna de Morena.
De manera pública, el zacatecano ha denunciados que no hay “piso parejo” y que “los dados están cargados” a favor de Sheinbaum Pardo, su muy odiada rival.
Quien esto escribe es de los que piensa que el verdadero objetivo de Ricardo Monreal es ser el candidato a jefe de gobierno de la CDMX y por eso se apuntó en la carrera presidencial para poder recibir a la postre ese premio de consolación tan anhelado.
Sin embargo, las negociaciones de Monreal hoy se han encarecido.
En una brillante entrega, que es más una luminosa radiografía del mapa geopolítico nacional con repercusiones en Puebla, de su columna Cúpula que lleva el título Dante Delgado abre la puerta a morenistas, el periodista Javier Arellano hace un análisis sobre los últimos movimientos del líder nacional de Movimiento Ciudadano y sus implicaciones en el estado.
“El dirigente de Movimiento Ciudadano ofreció a José Manuel del Río Virgen la candidatura naranja a la gubernatura de Veracruz. Del Río es el principal asesor de Ricardo Monreal. Hace meses fue víctima de una trama para enviarlo a prisión en un ardid orquestado por el gobernador Cuitláhuac García Jiménez. En esos días la figura del asesor monrealista se convirtió en referencia nacional.
Dante Delgado sabe perfectamente que su partido no tiene el posicionamiento para llegar al palacio de gobierno de Xalapa; no alcanza los números para ello. Sin embargo del Río Virgen sería un magnífico abanderado cuya sola presencia representa un desafío, un reto a la gestión de Cuitláhuac (…)
(…) En Cúpula subrayamos que la postura de Armenta era muy semejante a la de Ricardo Mejía Berdeja, el hombre que fracturó Morena en Coahuila y sobre todo que rompió con el presidente López Obrador.
Es poco probable que el oriundo de Acatzingo salga de Morena, aunque si tratará de sacudir y vapulear al candidato que el partido lopezobradorista elija en próximos meses.
Armenta no buscará al PAN, tampoco a Movimiento Ciudadano, pero si moverá las fichas para colocar a jugadores que puedan atizar la contienda.
El ofrecimiento de Dante Delgado a José Manuel del Río Virgen es abrir la puerta a los monrealistas que no serán favorecidos en próximas fechas.
En Puebla será colocado quien el Senador Armenta decida”.
Hasta aquí la necesaria cita del certero colega Javier Arellano.
Este escenario para nada luce descabellado ni mucho menos lejano.
Monreal está jugando su juego favorito.
Es su naturaleza.
¿Hasta dónde le alcanzará esta vez al zacatecano?
Algo sabrá Alejandro Armenta que no se ha desmarcado –como sí lo ha hecho con anterioridad– de su ya no tan nuevo padrino político.