Por: Gerardo Ruiz / @GerardoRuizInc
Apenas ayer lo dijimos en este mismo espacio: el PAN de Puebla duerme con la enemiga en la misma cama.
Genoveva Huerta está obstinada en hacer perder a su propio partido en las elecciones intermedias del 6 de junio con tal de dinamitar a Eduardo Rivera y que este no se consolide como el aspirante más fuerte para los comicios sucesorios del 2024.
Los futurismos de “La Jefa Geno”, más allá de ridículos, son mortales para el albiazul.
La presidenta del Comité Directivo Estatal del PAN demostró, como buena morenovallista, que es una pésima perdedora.
Ver: Genoveva Huerta humilla al panismo poblano
Acorralada, derrotada y exhibida, Huerta Villegas decidió la noche de este lunes condenar a Acción Nacional al fracaso en los próximos comicios que renovarán al Ayuntamiento de Puebla capital.
¿Qué provocó el berrinche de Genoveva Huerta que la llevó a obligar a la Comisión Política Permanente del PAN, la cual domina en su mayoría, a reventar el acuerdo de aliarse con el PRI, PRD, PSI y Compromiso por Puebla?
Dos regidurías.
Esto retrata de pies a cabeza a la actual lideresa panista.
Tras ser vapuleada por toda la militancia por su ocurrencia de entregarle la candidatura a la presidencia municipal de Puebla al PRI, que perfilaba a Pepe Chedraui como su abanderado, Huerta Villegas comenzó con su pataleo.
Y es que, la lideresa panista, quien recibió horas antes de la sesión de la Comisión Permanente un severo regaño por parte del CEN por boicotear a Rivera Pérez, quien ya había recibido el aval de la dirigencia nacional desde hace una semana para abanderar al albiazul en la Angelópolis, continuo con su intentona de quitarle la mayoría de posiciones en su planilla de regidores como venganza a su nominación.
Huerta Villegas comenzó la mesa de negociación solicitando 9 de las 22 regidurías de la planilla que encabezará Lalo Rivera para después subir sus exigencias a 11 espacios, es decir, el 50 por ciento de las posiciones a las que el PAN tendrá derecho, en caso de ganar las elecciones, en el próximo Cabildo.
Ver: Toma Todo: la pirinola de Genoveva Huerta
Como era lógico, Eduardo Rivera abandonó la mesa de negociaciones ante las ridículas y locuaces pretensiones de Genoveva, pues el ex alcalde de Puebla, con la candidatura ya en la bolsa, sabe que las rabietas de su lideresa sólo son patadas de ahogado que no tienen ningún peso ante el Comité Ejecutivo Nacional del PAN.
Como golpe bajo y demostrando su diminuto nivel como política, Huerta Villegas con el respaldo de sus obnubilados empleados, que integran la Comisión Política Permanente, aprobó que el PAN no vaya en alianza ni con el PRI ni con el PRD ni tampoco aceptar una megacoalición con los minipartidos morenovallistas PSI y Compromiso por Puebla.
Es decir, Acción Nacional peleará en solitario por el Ayuntamiento de Puebla, reduciendo casi a cero sus posibilidades de arrebatarle el gobierno municipal a Morena, que irá en alianza con PT y Nueva Alianza, además de que RSP y FSM jugarán a su favor al atacar al albiazul.
Si Rivera ya es candidato del PAN, Huerta demostró que ella tiene secuestrado al partido.
Ver: En el juego de las vencidas, Lalo Rivera dobló a Genoveva Huerta
En las matemáticas simplonas de “La Jefa Geno”, al mandar al matadero a Lalo Rivera en las elecciones de este año, en automático se quita a un potencial rival de encima para el 2024, porque Huerta Villegas tiene el sueño de opio de construir su candidatura al gobierno del estado desde la curul plurinominal, que ya se agandalló desde hace meses.
De ese tamaño es la marginalidad de Genoveva Huerta, quien no entiende que para llegar al dos primero hay que pasar por el uno.
¿Hasta dónde llegará el berrinche “La Jefa Geno”?
¿Cómo le hará el PAN para explicar al electorado que en la capital irá solo, pero por las diputaciones federales si estará aliado al PRI y al PRD, y en las locales no?
Lo peor de todo no es que Huerta Villegas se niegue a reconocer y a apoyar a Eduardo Rivera en la elección que ya está por comenzar, lo que preocupa es que la presidenta del Comité Estatal prefiere llevar a la ruina al PAN antes que entregarle la candidatura a alguien ajeno a sus intereses, a los de Fernando Manzanilla o a los de Eduardo Alcántara.
Si Genoveva Huerta piensa que ella ganó con lo sucedido este lunes en la Comisión Permanente, está muy equivocada, ya que los únicos ganadores son Morena y sus aspirantes.
¿Quién dejó que Huerta Villegas se empoderara tanto al interior del PAN?
Los panistas ahora pagan por sus errores.
El enemigo duerme en casa y se llama Genoveva Huerta.