La fatídica muerte del exgobernador Miguel Barbosa en los últimos días del 2022 tuvo efectos inmediatos en las condiciones políticas y en el tablero electoral de Puebla rumbo a la sucesión del 2024.
Si bien no se puede hablar de beneficiados o afectados con el lamentable deceso de Barbosa Huerta, algunos políticos encontraron un mejor acomodo con el fallecimiento del exmandatario y otros quienes ya no tendrán cabida en el ámbito público como lo habían venido haciendo en el segundo semestre del 2022.
El impacto de la muerte de Barbosa fue inmediato y las reglas para la elección del 2024 cambiaron de una forma drástica.
Las primeras lecturas que están visibles es que el barbosismo ahora está replegado y agazapado en torno a la figura del gobernador Sergio Salomón Céspedes, quien era la carta más fuerte del grupo Casa Aguayo para suceder a Barbosa Huerta.
Ahora, el equipo que comandó el exgobernador tendrá que redoblar esfuerzos y no bajar el ritmo con el que venían trabajando con la estructura de Morena en su control para definir si se alinearán con Olivia Salomón o con Julio Huerta, quien hasta diciembre del año pasado estaba descartado de la pugna por la candidatura del partido lopezobradorista por su vinculación familiar con Miguel Barbosa.
Con la muerte de este último, no se le puede perder la vista a Huerta Gómez, quien ya era visto con buenos ojos por la mayoría de los ediles que estaban bajo el control de Barbosa a tal grado de inclinarse públicamente por el ahora secretario de Gobernación como el abanderado del Movimiento Regeneración Nacional.
Con la plataforma natural que da la Segob Puebla, Julio Huerta tendrá alrededor de ocho meses para crecer en popularidad y conocimiento para ser considerado como una opción fuerte para representar a Morena en las elecciones estatales del 2024, pues el trabajo político y territorial ya lo tiene bien trabajado.
Se equivoca aquellos que ahora ven como derrotado o fuera de la jugada al barbosismo y a su ‘corcholatas’, ya que para nadie es un secreto que la virtual candidata presidencial de Morena, Claudia Sheinbaum, está decantada porque la candidatura en Puebla sea para Olivia Salomón o Julio Huerta, quienes son los herederos naturales de la estructura de Miguel Barbosa, que sigue siendo la única capaz para que Morena repita en el poder por otro sexenio.
La primera encuesta pública del 2023 realizada por Massive Caller confirma que el panorama para Morena no será nada fácil tras la muerte de Miguel Barbosa y que los dos “punteros”, los impresentables Ignacio Mier y Alejandro Armenta, no aseguran el triunfo para el partido marrón en los próximos comicios estatales.
De acuerdo con la firma de Carlos Campos, quien basa sus estudios demoscópicos en un robot que hace llamadas a teléfonos fijos, la marca del Movimiento Regeneración Nacional sigue siendo la preferida entre los poblanos casi doblando al PAN en intención al voto.
Sin embargo, cuando se hace el cruce entre partidos y perfiles, Morena pierde toda su fuerza, al contrario de lo que pasa con el PAN, que se vuelve muy competitivo al hacer la ecuación con sus aspirantes.
Un escenario similar a lo visto en el 2021 en la capital durante las elecciones intermedias.
Y es que, el desprestigio y repudio generalizado de los primos Mier, Alejandro y Moisés Ignacio, es notorio y bastante peligroso para el lopezobradorismo en Puebla.
La encuesta de Massive Caller revela que Armenta Mier, en tan solo seis meses, –periodo que coincide con su llegada a la presidencia de la Mesa Directiva del Senado– ha perdido 10 puntos de preferencias como posible abanderado de Morena en Puebla.
El Senador Precioso viene en caída libre ante su pésima imagen pública como un marinista consumado, un político que se dedica a vender humo y que ha pasado con más pena que gloria por la presidencia de la Cámara alta.
El desplome de Armenta es una consecuencia clara de su decadente proyecto político plagado de traiciones, simulaciones y despropósitos.
La encuesta mencionada también confirma que Ignacio Mier es el aspirante más rezagado y gris con el que cuenta Morena, pues sus números siguen siendo paupérrimos y mediocres.
De comenzar con un 20%, Mier Velazco tan solo cuenta con el 10.1% de preferencias para abanderar a Morena en el 2024.
Nacho Mier es una broma que no puede tomarse en serio.
Tras la unción de Céspedes Peregrina como gobernador sustituto, ya nadie puede creerse el cuento de que Mier es cercano al presidente Andrés Manuel López Obrador, que es su carta marcada o que tiene derecho de picaporte en Palacio Nacional.
La única apuesta de Nacho Mier es que Adán Augusto López, su poderoso padrino político que a veces despacha como secretario federal de Gobernación, logre imponerlo como candidato de Morena, lo que representaría el acabose del partido en Puebla.
Por estas razones es que el barbosismo necesita recuperarse lo antes posible de la muerte de su líder político y retomar ya la ruta de la sucesión, porque las posibilidades de hacerse de la candidatura en Puebla son reales ante las carencias de los infames primos Mier.
Por último, la encuesta de Massive Caller también confirma que Eduardo Rivera es el aspirante puntero entre todos los contendientes por el gobierno de Puebla sin importar los partidos políticos.
El buen trabajo realizado por el alcalde de Puebla en su primer año de labores al frente de Ayuntamiento de la Angelópolis se ve reflejado en su excelente conocimiento, opinión positiva y niveles de confianza, que no solo los estipula la encuesta de la firma de Carlos Campos, sino, otros estudios demoscópicos privados y también públicos, como los realizados por Campaing and Elections.
Tampoco se puede pasar por alto el crecimiento de Ana Teresa Aranda como aspirante emergente y como una propuesta femenina de peso en las filas del PAN o dado caso de que se necesite jugar la carta de género en la entidad.
Así inicia el año previo a los comicios del 2024 para los partidos y sus aspirantes.
Nada está escrito y mucho menos en Puebla.
A nombre de todo el equipo que hace El Incorrecto les deseo un feliz 2023, que sea un gran año para nuestros lectores.
Por otro gran año.
¡Felicidades!
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