A diferencia de lo que ocurre en otros estados del país, en Puebla existe un seminario de especialización en Derechos Humanos y diversidad sexual que durante varios años preparó a los jóvenes que estaban interesados en organizar la marcha del orgullo LGBTI.
Este seminario, convocado por organizaciones como «Vida Plena», instruye a los futuros activistas en temas como feminismo, teoría queer, identidades trans, resistencias lésbicas, masculinidades gay, bisexualidades… lo que les permite tener un bagaje mucho más completo para posicionarse frente a las exigencias que en la actualidad existen sobre los derechos de las personas que pertenecemos a esta comunidad.
Actualmente, claro, la marcha del orgullo poblana es organizada por otra asociación civil, que hace aproximadamente cinco años tomó la batuta en estos menesteres, pero que no cuenta con la preparación intelectual y de activismo que durante mucho tiempo dotó este seminario llamado «La Escuelita LGBT», que toma su nombre de la famosa «Escuelita Zapatista», impartida desde hace casi 30 años en Los Altos de Chiapas.
Eso no impide que el seminario de especialización en estos temas continúe a cargo de maravillosas personas como Onán Vásquez Chávez y Adán Cuamatzi, entre otros, quienes han dedicado su vida a la defensa de los derechos humanos, especialmente en el caso de las personas cuya orientación sexual no se sujeta a la heteronorma. Ellos han formado importantes cuadros y gracias a la difusión de ese conocimiento, muchas personas de Puebla nos dedicamos desde nuestro ámbito a incidir en la defensa de las libertades.
Pude participar como aprendiz en la edición 2013 de esta escuela, y a ella se remontan gran parte de los conocimientos que me formaron como comunicador que puede ver el mundo y la realidad de Puebla desde una óptica distinta, más allá de colores, antros o simples desfiles de marcas.
Gracias a La Escuelita LGBT entendí que las personas que marchamos el tercer sábado de junio nos representamos únicamente de forma personal, por lo que no tienen cabida aquellas frases como «no me representa aquel que va vestido de equis forma». Que nuestras exigencias como colectivo van más allá del matrimonio igualitario y que en la diversidad sexual cabemos todos, todas, todes, incluso quienes se identifican como heterosexuales, y desde luego todas aquellas personas que se rehúsan a etiquetarse de una u otra forma.
También entendí que el género es un constructo social, pues no existe ropa, calzado, lugares de diversión o incluso, actitudes masculinas y/o femeninas, sino solamente la categoría que nosotros como seres humanos les damos, y éstas se encuentran enmarcadas por los contextos y la época.
Este año 2022, la Escuela LGBT llegará a su décima edición y se encuentra en un proceso de transición hacia un seminario de especialización que cuente con la validez oficial de la SEP.
Si estás interesado en formarte como joven activista en temas que tienen que ver con la diversidad humana y las libertades sexuales, si quieres conocer la historia del movimiento LGBTIQ+ en Puebla, si quieres rendir un tributo a todos aquellos que lucharon por tener los espacios de los que hoy gozamos, te invito a que revises la convocatoria de este seminario taller y te pongas en contacto con los organizadores (https://www.vidaplenapuebla.org.mx/seminarios).
Te puedo garantizar que esta será una experiencia que te cambiará la vida.
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