Por: Gerardo Ruiz / @GerardoRuizInc
La repudiada Claudia Rivera y su grupo de marginales que la acompañan en campaña viven en una burbuja para escaparse de su realidad en la que no pueden dar un paso sin que los poblanos les hagan sentir las razones por la que fue considerada la peor alcaldesa en la historia de la capital.
Rivera Vivanco prefirió encapsularse y terminar su campaña en total clandestinidad al esconder su agenda para evitar que los medios de comunicación sigan documentando el repudio y el encono que genera su cinismo al buscar la reelección a pesar de que el 90 por ciento de los capitalinos quieren un cambio en la alcaldía de la Angelópolis tras la fracasada gestión inconclusa de la intolerante edil con licencia que hundió a la ciudad de Puebla en la miseria.
Y es que, la abanderada de Morena sufre un trastorno crónico de fuga disociativa en la que sí es querida entre el electorado de la ciudad, en la que su gobierno de dos años y cuatro meses sí dio resultados y en la que los reporteros y periodistas fuimos los culpables de que su “buena imagen” sea afectada por comportarse como “organizaciones políticas” (Vileza Aceves, dixit) y no informar de manera imparcial y objetiva.
Ver: Vulgaridad, moches y mentiras hunden aún más a Claudia Rivera
Para la deprimente y deprimida Claudia Rivera y sus marginales Liza Aceves y el marinista Leobardo Rodríguez, nosotros, los medios de comunicación, hemos sembrado, junto con Gabriel Biestro, a todos los ciudadanos que la repudian y que están seguros en no darle su voto otra vez el próximo 6 de junio.
De hecho, Rivera Vivanco y sus impresentables tiene una obsesión con la prensa al considerarla uno de sus principales enemigos. Un día sí y al otro también, la candidata espuria de Morena lanza alguna diatriba o ataque contra los medios críticos que hemos exhibido su corrupción, misoginia o nepotismo.
Claudia Rivera vive en un mundo alterno, muy al estilo de sus gurú y consorte, quien la adoctrinó en esa práctica de escaparse de la realidad a través de viajes astrales con el uso de sustancias psicotrópicas.
En su burbuja, la intolerante candidata a presidenta municipal miente de manera descarada y sin ningún pudor.
En su realidad alterna, Rivera Vivanco sí va ganando las elecciones y así lo hizo público durante una entrevista con El Sol de Puebla, periódico al que ofreció entregarle las “varias encuestas que la ponen cuatro o cinco puntos arriba de Eduardo Rivera”.
Y en efecto, la repudiada Claudia sí va arriba, pero en los sondeos realizados por su propio partido, pero que no firma ninguna encuestadora seria.
Este reportero tiene la encuesta que la candidata impuesta de Morena le ocultó a El Sol de Puebla.
Por cuestiones reglamentarias del IEE, quien esto escribe está impedido de publicar las gráficas, pero sí puedo compartir el contenido del estudio demoscópico levantado el pasado 28 de abril, antes del inicio de las campañas.
Ver: Señora Liza Aceves, tire la toalla y evite que sigan vapuleando a Claudia Rivera
En un solo día, Morena levantó la encuesta en 758 viviendas en la capital, lo que la hace poco creíble y muy endeble, pero no solo eso, el sondeo del partido tampoco alcanzó a medir los escándalos de moches y de uso indebido de recursos públicos que le han estallado en la cara a Rivera Vivanco ni el affair de Saúl Huerta, presunto violador de un menor de 15 años.
Al decir de la encuesta del partido marrón levantada el mes pasado y que es poco seria al carecer de una firma que la respalde, Claudia Rivera ganaría la elección por un margen de 6 puntos al conseguir 26 por ciento de las preferencias electorales, por solo 20 por ciento de su rival del PRIANRD.
En tercer lugar, estaría el exconvicto Eduardo Rivera Alcantarilla, de FSM, con 4 por ciento; seguido por Roberto “El Capi” Ruiz Esparza, con 3 por ciento de las preferencias; mientras que Édgar Yitani, Evelyn Hurtado, América Soto y Alfredo Victoria solo obtendrían el 1 por ciento de la votación.
Pero si por sí mismos los alegres números de la encuesta de Morena son una vacilada, el sondeo se cae cuando el 22 por ciento optó por “Ningún Candidato” y el 21 por ciento no contestó.
Esta son las encuestas que Claudia Rivera le escondió al Sol de Puebla.
Mientras Rivera Vivanco se basa en encuestas a modo realizadas por Morena para mentir sobre su ventaja, los sondeos serios de Mas Data, Massive Caller, Gabinete de Comunicación Estratégica y Campaing & Elections, confirman que Lalo Rivera es el puntero con ventajas que oscilan entre los 9 y hasta 15 puntos.
En su mundo alterno, Claudia Rivera va a ganar la elección. En su mundo alterno, Claudia Rivera es querida y reconocida por sus electores. En su mundo alterno, Claudia Rivera no es corrupta ni intolerante. En su mundo alterno, Claudia Rivera fue la mejor alcaldesa del país.
Ver: La verdadera basura es su campaña y fue su gobierno inconcluso, señora Claudia Rivera
Yo quiero vivir en la Puebla irreal que Rivera Vivanco gobernó y no en esta ciudad caótica, insegura, llena de basura y ambulantes, sin gobernabilidad y mísera que nos dejó la repudiada Claudia.
Por favor, señora Claudia, tenga un poco de dignidad.
¿Es mucho pedirle?
Off the record
Desde este espacio mando toda mi solidaridad y apoyo al talentoso Osvaldo Macuil, jefe de información de El Incorrecto y director de la revista Almanaque, quien la tarde de este domingo fue agredido y hostigado por brigadistas de Claudia Rivera y por órdenes del marinista Leobardo Rodríguez.
El trabajo periodístico de Osvaldo tiene enloquecida y fúrica a la intolerante Rivera Vivanco, pues fue el tenaz reportero, quien ha documentado todas las pifias y delitos electores que ha cometido la abanderada de Morena como el uso de vehículos oficiales del Ayuntamiento de Puebla y reuniones con funcionarios de la Comuna durante su actividad proselitista.
Ver: Brigadistas de Rivera Vivanco arremeten y agreden a reporteros
La intolerancia de Claudia Rivera no es noticia, lo que sí sorprende es que ya se haya quitada la máscara de “incluyente” y ordenes ataques y agresiones contra los periodistas.
La repudiada edil con licencia está acostumbrada a que sus voceros le aplaudan y se hinquen ante ella como focas aplaudidoras, pero aquí se topó con pared.
Nos toca a uno y nos toca a todos.
Usted, señora Claudia, es lo peor que le ha pasado a Puebla.