El gran fracaso de Nacho Mier: Fallarle a López Obrador

Si nada cambia para las elecciones del 2 de junio, Ignacio Mier pasará los próximo seis años deambulando en el Senado de la República, ese “cementerio de los elefantes” por donde algunas figuran políticas –ya sin ese valor que les caracterizaba en el pasado– encuentran su jubilación dorada.
Vetado de la esfera más cercana de Claudia Sheinbaum, la futura presidenta de México, y sin ningún futuro político en Puebla al quedar expuestas y comprobadas sus constantes traiciones y conspiraciones en contra de Alejandro Armenta, quien se perfila a ser el futuro gobernador del estado, Mier Velazco será un legislador más del montón en la Cámara alta sin una mínima posibilidad de presidir la Mesa Directiva en algún periodo de sesiones o coordinar a la bancada de Morena.
Las complicidades y el modelo económico con Mario Delgado, el cual les dejó grandes ganancias sucias, llegaron a su fecha de caducidad, la cual vence el próximo 31 de agosto.
Sin ningún mérito político ni credenciales suficientes para coordinar a los diputados federales lopezobradoristas más que su sumisión frente Delgado Carillo y Adán Augusto López, Mier exhibió todas y cada una de sus carencias como un político con proyección nacional.
Moisés Ignacio jamás pudo abandonar los 180 kilómetros cuadros que mide Tecamachalco.

Y es que, Nacho Mier falló de manera escandaloso a su encargo como el ‘poderoso’ líder de la bancada del Movimiento Regeneración Nacional, el cual tenía como principal propósito sacar adelante las grandes reformas en materia electoral, judicial y de seguridad interior.
Sin cabildear ni abrir el dialogo ni los consensos con sus pares en la Junta de Gobierno y Coordinación Política, convertido en un simple oficial de partes que no modificaba ni una coma a las iniciativas del Ejecutivo, aplicando siempre el mayoriteo y dilapidando la autonomía del Poder Legislativo, Mier pasará a la historia como uno de los peores legisladores en México.
No solo eso, Moisés Ignacio solo será recordado por la embestida al Poder Judicial y por haberse robado las afores de los adultos mayores de México.
Morenacho ya tendrá algo más que presumir que el Fobaproa.
El gélido recibimiento que Andrés Manuel López Obrador le dio a Mier durante la reunión del pasado martes por la noche en Palacio Nacional con las fracciones que componen la alianza oficialista entre Morena, PT y Verde Ecologista es una muestra clara del arrepentimiento que el presidente de México siente por confiarle a Nachito la encomienda de sacar adelante en San Lázaro su proyecto de nación que necesitaba cambios constitucionales.
En un último intento por redimirse ante “el ciudadano” sabedor de que el cargo le quedó grande y que su fracaso –uno más a su ya larga lista de fiasco– estaba concretado, Mier Velazco todavía el lunes tuvo el descaro de insinuar la celebración de un periodo extraordinario de sesiones para intentar aprobar las reformas del famoso y cada vez más ilusorio “Plan C”, de AMLO.
«La única manera en que se pudieran legislar este paquete de reformas constitucionales que envió el presidente, es que hubiera un periodo extraordinario, sin embargo, no van a tener los números de dos terceras partes para poder convocar a un periodo extraordinario. Imposible que haya periodo extraordinario. Ni de chiste, ellos alegan mucho su plan C, que es prácticamente sacar el 110% de la votación para que nosotros tengamos menos diputados. Eso no va a suceder”, fue la respuesta fulminante e irónica de Jorge Romero, el coordinador parlamentario del PAN, ante los desvaríos del soberbio Mier.
Mier tendrá que vivir ahora con la eterna mácula de haberle fallado a López Obrador.
¿En dónde quedó aquel caballero de finos modales que se ufanaba como “el legislador más cercano a AMLO”?
Su gran fracaso, incluso mayor al de no conseguir la candidatura de Morena al gobierno del estado.
Ni cercano al presidente ni capaz ni loable.
Nachito Mier no es más que “el burro que un día aprendió a tocar la flauta”.
Si existieran las gubernaturas plurinominales, Mier Velazco seguro ya despacharía en Casa Aguayo.
El responsable de la muerte al “Plan C”, de López Obrador, tiene nombre y apellido.
Moisés Ignacio Mier Velazco.
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