Por: Gerardo Ruiz / @GerardoRuizInc
Los conteos finales de la pasada elección del 6 de junio confirmaron lo previsible: Genoveva Huerta sí llevó al panismo poblano al Geno-cidio.
Acción Nacional continua en su caída libre, la cual empezó en 2018 y se aceleró este 2021.
La pésima dirigencia de Huerta Villegas encrudeció la crisis que vive el partido azul en el estado.
Ver: Renuncie si ya no quiere trabajar, señora Claudia Rivera
El gandallismo, la desastrosa selección de candidatos al interior de la entidad y la falta de estrategia en el Comité Estatal provocaron que el PAN, a pesar de contar todo para lograrlo, no destronara a Morena como la primera fuerza política en Puebla.
Aunque el discurso simplón y victorioso de la lideresa estatal del PAN en Puebla buscan maquillar su derrota en las urnas, la realidad es otra.
Y es que, los triunfos de Eduardo Rivera, en Puebla capital; de Edmundo Tlatehui, en San Andrés Cholula; de Paola Angón, en San Pedro Cholula; y de Filomeno Sarmiento, en Cuautlancingo, además de aminorar la catástrofe panista, fueron conseguidos a pesar de las trabas de Genoveva Huerta y por el grupo disidente a su Comité Directivo Estatal.
“La Jefa Geno” no puede colgarse de estas victorias, pues en el proceso interno hizo todo lo posible por conspirar en contra de estos cuatro candidatos que lograron arrebatarle a Morena las alcaldías de la zona metropolitana.
Para nadie es un secreto que Huerta Villegas, en contubernio con Fernando Manzanilla y Tony Gali, le jugaron las contras a Lalo Rivera en las pasadas elecciones. Tampoco se puede olvidar que la lideresa panista ya había entregado la candidatura de San Andrés Cholula a Raymundo Cuatli, pero la presión que ejerció Mundo Tlatehui desde el CEN azul logró tumbarla para después hacerse de la misma.
En este mismo escenario se encuentran Angón Silva y Sarmiento Torres, quienes están más identificados con la corriente de Rivera Pérez, gracias a los padrinos de ambos: Jorge Gómez Carranco, en el caso de la primera; y Leonor Popocatl, en caso del segundo.
Lalo Rivera, en combinación con el repudio hacia Claudia Rivera Vivanco, fue el factor que llevó al PAN a dominar cinco ayuntamientos de la zona metropolitana, los cuatro antes mencionados y Coronango, en donde el PRD y Gerardo Sánchez Aguilar ganaron la alcaldía de este municipio.
Si alguien puede presumir que salvó al PAN de una catástrofe mayor fue Eduardo Rivera y no Genoveva Huerta.
Los números de Huerta Villegas como lideresa panista son demoledores.
Ver: Se le acaba el tiempo al prófugo José Juan Espinosa
En la votación general de los municipios, Acción Nacional perdió en los comicios de este año 180 mil votos con respecto al 2018 cuando obtuvo 702 mil sufragios por los 524 mil del pasado domingo 6 de junio.
¿Qué hizo Genoveva en todo el estado si las alcaldías de la zona metropolitana le sumaron casi la mitad de estos votos al PAN?
La respuesta es una: absolutamente nada.
O tal vez sí, enriquecerse aún más con la venta de candidaturas.
Las cifras de la votación total por las diputaciones locales hacen aún más evidente el Geno-cidio, pues Acción Nacional no pudo mejorar su paupérrima presencia en el Congreso del estado, en donde su actual bancada original comenzó con siete legisladores y la que entrará en funciones en septiembre tendrá nueve.
Genoveva Huerta tenía como principal encomienda, por mandato y obsesión de “Tigre Blanco” Manzanilla, arrebatarle a Morena y al gobernador Miguel Barbosa la mayoría en la LXI Legislatura del Congreso local, pero su fracaso fue tal que el PAN apenas logró ganar dos distritos más que los conseguidos en el 2018.
En el acumulado de los distritos locales, Acción Nacional perdió más de 66 mil votos en tres años, al pasar de 512 mil 014 votos a 445 mil 523 votos este 2021.
“La Jefa Geno” mordió el polvo contra el barbosimo y sus candidatos que lograron aumentar su presencia en el Congreso local y serán, por segunda legislación consecutiva, la bancada dominante en el Pleno.
A pesar del fracaso electoral del 6 de junio, Genoveva Huerta ahora está empecinada con reelegirse otros tres años como presidenta del Comité Estatal para ahora sí terminar de hundir al panismo local.
La futura diputado federal quiere ser la primera en firmar el acta de defunción del PAN en Puebla en el 2024.
La semana pasada, Huerta Villegas ya inició con la operación para repetir como dirigente del partido.
Otra vez el gandallismo, la opacidad y las decisiones unilaterales están marcando a la gestión de Genoveva.
Ni la derrota del 6 de junio hizo recapacitar a la lideresa panista.
De manera increíble, la presidenta del CDE concretó una serie de cambios para allanar su camino rumbo a la relección al nombrar como secretarios de partido a candidatos perdedores y perfiles que arrastran escándalos y hasta denuncias penales.
Tras su derrota en Santa Clara Ocoyucan, Jesús Giles, quien aún tiene cuentas pendientes con la justicia por la falsificación de su título profesional, fue nombrado secretario general del Comité Directivo en sustitución de Francisco Fraile.
Jesús Morales Rodríguez, uno de los exsecretarios de Seguridad Pública estatal denunciados por el gobierno del estado por desviar recursos de la Partida Secreta, también fuera designado secretario de Acción de Gobierno del partido, tras perder la diputación federal de Tepeaca
Otro presunto delincuente premiado fue Francisco “Franco” Rodríguez, quien, al igual que Giles Carmona, fue requerido por la FGE por el escándalo de los títulos patitos morenovallistas, al ser designado como secretario de Vinculación.
En el mismo escenario se encuentra Eduardo Morales Garduño, nuevo secretario de Elecciones quien traicionó a Eduardo Rivera y quien está involucrado en el Cártel Inmobiliario y la red de moches de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Sustentabilidad del actual Ayuntamiento de Puebla, de Claudia Rivera.
Lo mismo sucede con Oswaldo Jiménez, el impresentable diputado local reelecto, quien no tuvo ninguna competencia en el Distrito 17 y que fue premiado por “vencer” a la farsa llamada Lizeth Mejorada con la coordinación estatal del PAN en la capital.
Esta es la apuesta de Genoveva Huerta para encadenarse a la dirigencia estatal del panismo poblano.
Huerta Villegas, aunque lo niegue, está en la lista de los grandes perdedores del 6 de junio.
Y aun así quiere reelegirse.
Si el PAN quiere evitar la extinción necesita contener ya a “La Jefa Geno”.
Ver: Armenta, condenado a la suerte de Monreal
Un segundo Geno-cidio sería fatal.
Genoveva es otra enferma de poder en la aldea.
Claudia Rivera es el ejemplo perfecto de lo que la incapacidad puede provocar.
Genoveva Huerta ya regresó a las andadas.