Museo Barroco: herencia maldita de Moreno Valle
No se equivoca el gobernador Alejandro Armenta en insistir, como lo hicieron en su momentos sus dos más cercanos antecesores Sergio Salomón Céspedes y Miguel Barbosa, en que el contrato de Asociación Público Privada (APP) con el que se construyó, equipó y se administra el Museo Internacional del Barroco es un asalto al bolsillo de los poblanos bien planeado y orquestado por el fallecido Rafael Moreno Valle para beneficiar y complacer a la familia Hank Rhon, que en vida del panista fue de los principales financiadores de su muy fallida campaña presidencial.
Al calificar como “delincuentes de cuello blanco” a los exfuncionarios, consejeros jurídicos, abogados y empresarios que participaron en la maquila del contrato que amarró al gobierno de Puebla a pagar hasta el 2039 los gastos de la edificación, equipamiento y administración del Barroco a particulares, Armenta Mier volvió a sacudir una alfombra que esconde por debajo muchísima suciedad y basura que heredó del morenovallismo.
Una herencia maldita y muy pesada.
“El Museo Barroco no es de Puebla, es de las empresas. Es un saqueo brutal, si tuvieran tantita vergüenza ya le hubieran entregado el museo a los poblanos (…) ¿Cuándo vas a pensar que un museo te va a costar 14 mil millones de pesos?”, fueron las duras palabras con las que el mandatario poblano se refirió al modelo económico con el que Moreno Valle, sus cercanos y sus empresarios consentidos vaciaron las arcas de los poblanos durante su sexenio y anclaron este robo por 23 años más.
¡14 mil millones de pesos!
La cantidad es una locura y un despropósito para el cuarto estado más pobre del país.
Y es que el Museo Barroco le costó a los poblanos más de 7 mil millones de pesos solo por su construcción y equipamiento, mientras que aun quedan pendiente otros 7 mil millones por pagar por la administración del museo y los intereses generados por el maldito contrato SFA-CP-APP-2010/002.
Este documento, catalogado –con toda la razón de su lado– por el gobernador Armenta como un “contrato leonino”, establece que a lo largo de los 23 años y cuatro meses que durará la concesión del Museo, que inició en septiembre del 2024, que le fue entregada a La Peninsular, propiedad de la familia priista Hank Rhon, para que construya, equipe, opere y mantenga el inmueble, el gobierno estado le pagará un monto máximo de 6 mil 276 millones 666 mil 664 pesos, sin considerar el Impuesto al Valor Agregado (IVA).
A pesar de que Puebla cuenta con uno de los acervos más grandes e importantes del arte barroco, el gobierno morenovallista erogó 760 millones de pesos para adquirir diversas colecciones y piezas que se exhibirán en el MIB, que es más bien un inmenso monumento a la corrupción del infame régimen del fallecido expriista.
Esto sirve para dimensionar el tamaño del saqueo diseñado por Moreno Valle y los Hank Rhon.
Hasta el 2023, los poblanos hemos pagado 3 mil 574 millones 237 mil 849 pesos, que representa una cuarta parte de la deuda pública del Museo Internacional del Barroco (MIB).
Al decir de las proyecciones del gobierno del estado, será hasta el 2 de mayo de 2039 cuando el adeudo de 280 meses, pactado por la administración morenovallista para la construcción del inmueble, finalice.
Vaya descaro.
Es por lo anterior que Alejandro Armenta ya advirtió que buscará alternativas legales para aliviar esta deuda, pero también adelantó que esperará la renovación de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) antes de emprender nuevos juicios para defender los intereses del estado.
Hay que recordar que en su momento Sergio Vergara Berdejo, extitular de la Secretaría de Cultura, reveló que en el Barroco no se localizan “colecciones que fueron supuestamente adquiridas” por el fideicomiso que se gestó durante la administración de Moreno Valle, mismas que están sobrevaluadas y fueron compradas en “casas de antigüedades inexistentes con referencias fiscales dudosas”.
Es decir, el gobierno morenovallista desvió recursos por dónde pudo.
Insisto, no se equivoca el gobernador Armenta en calificar a todos los implicados de este descarado robo como “sinvergüenzas” y “delincuentes de cuello blanco”.
Que los Hank Rhon entreguen el Barroco a Puebla y los poblanos.
Todos sabemos quién fueron y son esos ladrones de cuello blanco.
Tantita vergüenza y dignidad, señores.
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