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Ignacio Mier, el estulto

Su estulticia y consumada estupidez, le costará muy caro a Ignacio Mier y más ahora que metió en tremendo culebrón el proceso de entrega-recepción de Claudia Sheinbaum con la caída del peso mexicano.
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Desde la pandemia del Covid-19, el ‘súper peso mexicano’, bautizado así por Andrés Manuel López Obrador y por los miembros de la 4T, y la Bolsa Mexicana de Valores no sufrían una caída como la registrada esta semana luego de confirmar el apabullante triunfo de Claudia Sheinbaum en las elecciones presidenciales del 2 de junio.

Como un proceso natural tras unos comicios federales y sus resultados posteriores, el peso cayó más del 3 por ciento frente a la moneda americana el pasado lunes 3 de junio, al cotizar en 17.68 unidades por cada dólar.

También, la BMV retrocedió –ante la ola de especulaciones del rumbo que tomará la gestión de Sheinbaum Pardo a partir del 1 de octubre y sí Morena impulsará, como ya lo advirtieron, el “Plan C”, de reformas de AMLO, 5.43 por ciento, a 1 mil 065.56 puntos, pero llegó hasta a caer más de 6 por ciento en el día después de la jornada electoral del domingo pasado.

En los últimos 30 años, la Bolsa solo ha bajado más de 6 por ciento únicamente 15 días. Hoy es uno de esos días”, dijo en su cuenta de X Luis Gonzali, director de inversiones de Franklin Templeton.

El peso, en dos días, se depreció. El lunes cayó en más de 4% y el martes cerró con una caída del 0.95%, al cotizar en 17.88 unidades por dólar. Y la Bolsa cayó el lunes en más de 6%, aunque se recuperó el martes al ganar 3.24%.

Ante esto, la futura presidenta de México, con grandes reflejos y mostrando conocimiento de causa, ratificó a Rogelio Ramírez de la O como secretaria de Hacienda y Crédito Público, lo que estabilizó a los mercados y logró controlar la caída del peso y la BMV.

La mañana de este jueves, el peso rompió otra vez la barrera de los 18 pesos frente al dólar todo por la inagotable estulticia y la aguda estupidez de Ignacio Mier, quien –una vez más– exhibió su nula capacidad y su falta de timing político al convocar a una rueda de prensa en las instalaciones de la Cámara de Diputados para anunciar que las reformas al Poder Judical, los cambios al INE y la ‘muerte’ al INAI serán aprobados en septiembre durante las primeras sesiones de la siguiente legislatura.

Esto, sobra decirlo, volvió a encender a los mercados internacionales que no ven con buenos ojos los cambios estructurales que plantea López Obrador antes de dejar el gobierno federal.

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Tras el anuncio d Mier, el peso mexicano, la divisa de la segunda economía en América Latina, quebró la barrera de las 18,01 unidades por dólar, una caída del 2,7% respecto a la jornada previa, convirtiéndose en la moneda más depreciada este jueves.

De ese tamaño fueron las consecuencias de las estupideces de Moisés Ignacio Mier, quien a toda costa busca ser la quinceañera de la fiesta.

Tras el descomunal triunfo de Morena en los comicios recién concluidos, Mier Velazco se subió otra vez a su ladrillo en plena borrachera del poder.

El llamado “Morenacho” es de esos políticos que hace caravana con sombrero ajeno.

Sin mover un solo dedo ni colaborar más que con tres votos (el suyo y el de sus dos hijos) a los dos millones que registró Claudia Sheinbaum en la entidad, Nachito Mier ahora se ufana con ser el candidato local que más sufragios obtuvo el dos de junio.

Y es que, el expriista, quien al fin ganó una elección como candidato, ya recurrió de nueva cuenta a sus medios afines, que el año pasado esparcieron la ridícula mentira que él era el “tapado” de Morena en Puebla, porque era “el legislador más cercano a AMLO”, para opacar el histórico triunfo de Alejandro Armenta al precisar que el obtuvo más votos (1.8 millones) que el futuro gobernador del estado (1.5 millones).

Incluso, Mier sueña con coordinar a los senadores de Morena en la siguiente legislatura a pesar de que sabe –y de sobra– que es intransitable para Claudia Sheinbaum.

Habrá que recordarle al obnubilado Nacho Mier que si pudo registrar esa votación fue por el esfuerzo y arrastre de Armenta Mier, quien diseñó una gran estrategia territorial por todo el estado para cumplir con la cantidad de sufragios prometidos a Sheinbaum.

Mientras Armenta se partía en dos para hacer precampaña y encabezar la “operación cicatriz” en Morena, el infame “Morenacho” se bronceaba en el Caribe mexicano con una piña colada en la mano mientras planeaba su traición a la 4T para apoyar a todos los candidatos del PAN para hacer perder a su odiado primo.

Ahora resulta que Nachito fue el gran ganador de las elecciones en Puebla.

Mier da no solo vergüenza, también da pena ajena

Un sexenio después, Moisés Ignacio no aprendió que en política las jerarquías se respetan y que el poder no se comparte.

Uno solo hay uno.

Su estulticia y consumada estupidez, le costará muy caro a Nacho Mier y más ahora que metió en tremendo culebrón el proceso de entrega-recepción de Claudia Sheinbaum con la caída del peso mexicano.

Nachito, el “Caballero de los finos modales”, no entiende que no entiende.

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