El presidente de Tecamachalco, Ignacio Mier Bañuelos tuvo una pésima estrategia para la contención de la crisis de seguridad que tiene en el municipio, luego de que el encargado de esta área, Alejandro Santizo y su escolta asesinaron a tres agentes ministeriales en un enfrentamiento directo.
A 48 horas de la balacera, el edil emanado de Morena solo ha aparecido una vez y fue a través de un video que duró 2 minutos para dar un posicionamiento oficial, en el que más allá de condenar los hechos, salió a defender el actuar de su secretario de Seguridad Pública y sus policías
En esa breve aparición, el hijo del presidente de la Cámara de Diputados, Ignacio Mier Velazco, dijo que tanto Santizo como el policía de apoyo, mataron a los ministeriales «en el cumplimiento de su deber».
¿Cómo explica entonces el presidente municipal que los elementos de la Fiscalía General del Estado fueron ejecutados con disparos en la cabeza?
¿En qué parte del protocolo se establece que hay que disparar a la cabeza cuando la otra parte no ha usado las armas?
Luego dijo que Alejandro Santizo y su escolta se entregaron voluntariamente para ser juzgados.
El propio fiscal, Gilberto Higuera lo desmintió al declarar que él mismo se comunicó con Nacho Mier Jr. para notificarle que iba a detener a su secretario.
«En cumplimiento de su deber, actuaron en esta confusión que lamentablemente y por falta de coordinación, de seguir los protocolos, se suscitaron y desembocaron en la pérdida de vidas humanas», fue parte del mensaje oficial del edil.
El ex diputado local por el PRD, exculpó a sus servidores públicos con esta declaración, pero al mismo tiempo dejó ver la incompetencia que tiene para gobernar.
¿Cuántas veces volverán a equivocarse en la aplicación de protocolos los policías municipales?
¿De nueva cuenta dirá que lo hicieron en el cumplimiento de su deber?
Antes de responder todas estas preguntas, Ignacio Mier debe explicar por qué llevó a Alejandro Santizo como secretario de Seguridad a Tecamachalco con el negro historial que tiene.
Es uno de los hombres cercanos a Facundo Rosas, quien lo puso al mando de la seguridad de la ciudad de Puebla entre 2014 y 2016. Los resultados son por todos conocidos. La Angelópolis vivió una de sus etapas de mayor inseguridad.
Desde que se anunció este nombramiento, se le advirtió que provocaría una crisis de seguridad pero se aferró a ponerlo en una zona que desde hace años está muy caliente por el robo de combustible.
Aunque no quiera aceptarlo, con este escándalo pone en riesgo el proyecto político de su padre, Ignacio Mier, pues fue él quien le regaló la candidatura para operar desde la alcaldía la pelea por la gubernatura en 2024.
Por el momento, será el tema de varios días en Puebla y las repercusiones llegarán como bola de nieve en contra de la familia Mier.