Por: Gerardo Ruiz / @GerardoRuizInc
El plan de fuga de José Juan Espinosa está colapsando conforme los días avanzan.
El diputado local, quien, a partir de septiembre, se convertirá en un desempleado más y un ciudadano común y corriente, ya cumplió siete meses como un prófugo de la justicia luego de la orden de aprehensión girada por la Fiscalía General de Puebla por los delitos de peculado, fraude, asociación delictuosa y abuso de autoridad.
A Espinosa Torres no solo se le está acabando el tiempo, también los recursos y los lugares en los que pueda esconderse para no ser atrapado y presentado ante la justicia por ser uno de los pillos más grandes en la aldea.
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Y es que, el alcalde más infame en la historia de San Pedro Cholula tiene menos opciones y cada vez menos recursos conforme avanza el tiempo.
Con la mayoría de sus cuentas congeladas y con el rastreo de cada peso y cada movimiento de las cuentas de sus familiares, José Juan Espinosa está viviendo las horas más oscuras desde el momento en que decidió poner tierra de por medio antes que pagar por todos los delitos que cometió a su paso por la alcaldía cholulteca.
El quebranto a las arcas, el desvío de recursos y la simulación de operaciones con empresas fantasmas y facturas falsas pronto pondrán al impresentable “JJ” en el banquillo de los acusados y nadie llorará por el morenovallista que se logró infiltrar en las filas de Morena para seguir viviendo a costa de los impuestos de todos los poblanos.
En su más reciente entrevista concedida al periódico Contrarréplica, el gobernador Miguel Barbosa el comentó a Mario Alberto Mejía que, en una conversación de hace apenas unas semanas con la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, se nombró a José Juan Espinosa.
Los detalles que el mandatario poblano le concedió al Quintacolumnista son más que reveladores:
MAM: ¿Del caso de la Udlap?
MBH: Del caso de la Udlap… De la ruta que pienso construir de aquí al 2024 como gobierno. Y de los casos particulares que le llegan y le llegan, y le llegan. Cuando salió el tema de José Juan Espinosa, le dije: “¿Quién es José Juan Espinosa?”.
MAM: ¿Tan importante es José Juan Espinosa para que salga en una conversación entre el gobernador de Puebla y la secretaria de Gobernación?
MBH: Recuerda que la esposa del señor José Juan tiene, como senadora que es, acceso a Gobernación. Es normal que así sea. No veo que pueda ser diferente. Por eso, yo mismo saqué el tema. No porque ella me lo haya pedido.
Si el nombre del diputado local fue parte de la charla entre Barbosa Huerta y Sánchez Cordero dos temas, sin dudo, tuvieron que abordarse: su fuga y su extradición.
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No es un secreto que solo “Doña Florero” es la única protectora que Espinosa tiene a nivel nacional, pues ni el propio Ricardo Monreal ya es bien visto en Palacio Nacional.
De la titular de la Segob depende la extradición y futura aprehensión del nefasto José Juan.
En una entrega anterior, quien esto escribe adelantó que el prófugo José Juan tuvo que dejar ya el departamento en Houston que un amigo le había prestado para evadir la justicia al cumplirse los seis meses de estadía que permite la Visa de turista como periodo máximo para estar en el territorio americano.
Una fuente de extrema confianza y que le sigue los pasos a Espinosa Torres le precisó a este reportero que el exedil cholulteca sí salió hace unas semanas de Estados Unidos, pero ante el temor de ser aprehendido en suelo mexicano optó por viajar directo a Guatemala.
El “JJ” decidió emular el plan de fuga de Joaquín “El Chapo” Guzmán y de Javier Duarte.
La fuga del diputado lo dibuja de cuerpo completo.
Al decir de la garganta profunda, José Juan Espinosa ahora se esconde en la Ciudad de Guatemala en un hotel propiedad de su familia política.
Otra vez, el legislador vive gratis gracias a la lástima que genera entre los pocos afectos que aún le quedan.
Conforme avanzan los días, el plan de fuga se complica más y más.
A partir de septiembre su escenario, sobra decirlo, será otro.
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Tres años por delante como un ciudadano sin poder y como prófugo de la justicia luce como un camino bastante sinuoso.
La justicia le respira en la nuca a José Juan Espinosa.
El desenlace del infame “JJ” se acerca.
