La crítica constructiva

Blinkay e Iberparking, los nuevos dueños del dinero de las infracciones en Texmelucan

Iberparking no es nueva en este tipo de negocios. En municipios como San Luis Potosí, Ecatepec y Naucalpan,  su nombre ha sido relacionado con prácticas abusivas, falta de transparencia y cobros indebidos,
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El Ayuntamiento de San Martín Texmelucan ha entregado a la empresa privada Iberparking, S.A. de C.V., el control total sobre el cobro de infracciones viales, derechos y aprovechamientos, a través de un contrato que ha levantado serias preocupaciones en torno a la transparencia, la rendición de cuentas y el manejo de recursos públicos.

El contrato DA-003/2025, firmado sin licitación pública, convierte a Iberparking en intermediario obligatorio y beneficiario económico directo de cada multa que se imponga en el municipio. A través de su aplicación digital Blinkay Ticket, la empresa controlará el 100 % de la recaudación, de la cual retendrá automáticamente el  10 % de comisión antes de transferir el resto al Ayuntamiento.

Un historial oscuro, una adjudicación directa

Iberparking no es nueva en este tipo de negocios. En municipios como San Luis Potosí, Ecatepec y Naucalpan,  su nombre ha sido relacionado con prácticas abusivas, falta de transparencia y cobros indebidos, A pesar de ello, el gobierno texmeluquense —encabezado por Juan Manuel Alonso del PVEM— optó por adjudicarle el contrato de forma directa, sin licitación, bajo el argumento de una “excepción” legal.

La decisión fue oficializada por el Tesorero Municipal Eduardo Javier Valencia Juárez y el entonces Secretario de Seguridad Pública Hugo Xavier López Monge.

Control financiero sin vigilancia previa

El esquema financiero acordado deja a Iberparking con el manejo inicial de todos los pagos ciudadanos .La empresa recauda, reporta lo cobrado, y luego transfiere los fondos (ya con su comisión descontada) al municipio. No existe en el contrato un mecanismo claro de auditoría previa, verificación externa o control independiente sobre lo recaudado. En otras palabras, Texmelucan deposita su confianza —y su dinero— en un proveedor sin supervisión efectiva.

Tecnología al servicio del negocio

El contrato contempla el arrendamiento de 20 kits digitales —celulares, impresoras térmicas y conexión en tiempo real— para registrar e imprimir infracciones. El costo anual será de $1,343,280 pesos, más el 10 % de todas las multas que se paguen vía app.

Más allá de la modernización aparente, el sistema concentra todo el proceso en un solo proveedor: desde la captura de la infracción hasta el cobro y la retención del dinero. No hay opciones alternas para el ciudadano, ni otros medios de pago.

¿Multar más para ganar más?

Aunque el municipio mantiene la facultad de fijar los montos de las infracciones, el modelo crea un incentivo perverso: mientras más multas se impongan, más gana Iberparking. Esto podría abrir la puerta a una política de recaudación agresiva, en la que el objetivo deje de ser mejorar la movilidad o la seguridad vial, y pase a ser el ingreso económico.

El interés público en segundo plano

La contratación de Iberparking, una empresa con antecedentes negativos y sin haber pasado por un proceso abierto, representa un riesgo real para la transparencia y la buena administración pública en Texmelucan, Entregar la recaudación de recursos públicos a un privado —sin control, sin competencia, sin supervisión— es una decisión que merece mayor escrutinio ciudadano y, posiblemente, revisión legal.

¿Quién gana con este contrato? Claramente Iberparking. ¿Y los texmeluquenses? Solo el tiempo —y los cobros— lo dirán.



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