Por: Gerardo Ruiz / @GerardoRuizInc
No, señora Claudia Rivera, los medios de comunicación no somos responsables de que la gente la repudie, no la soporte y le indigne que pida otra vez su voto cuando en dos años y cuatro meses demostró que es una incapaz e incompetente para el cargo que fue elegida en el 2018.
Se equivoca al vernos como enemigos y responsables de que su campaña vaya en caída libre ante el descaro de salir a las calles cuando dejó un Ayuntamiento hundido en la miseria y con serios problemas de gobernabilidad, seguridad y marcado por la corrupción, el nepotismo y el influyentismo.
Nosotros tampoco tenemos la culpa de que no pueda visitar una calle sin que los poblanos le demuestren que ha sido, y será por mucho tiempo, la peor alcaldesa en pisar en Charlie Hall.
Ver: Señora Liza Aceves, tire la toalla y evite que sigan vapuleando a Claudia Rivera
Los medios de comunicación no decidimos que era una “grandiosa idea” hacer un pacto de impunidad con Tony Gali, a quien le permitió seguir controlando toda la estructura económica de la Comuna capitalina a cambio de jugosos negocios que la enriquecieron a usted y a todo su séquito de achichincles de manera escandalosa en apenas 48 meses.
Los periodistas y reporteros, a quien usted busca desprestigiar frente a sus electores para justificar sus carencias y sus nulos resultados como edil, no decidimos que era una “maravillosa idea” vivir de viaje en viaje los primeros seis meses de su gobierno en lugar de ponerse a trabajar por rescatar a la Angelópolis en el hoyo en el que cayó tras el paso del morenovallismo, al que usted tanto repudia, pero con el que mantiene nexos visibles.
La prensa escrita y digital, la radio y la televisión tampoco la obligamos a cometer los actos de corrupción, el desvío de recursos públicos, las licitaciones amañadas, los moches, el sobrecosto, las empresas fantasmas ni nada de los muchos escándalos que marcaron a su administración.
¿Quiere hablar de basura?
Por qué no empezamos con la infamia que vivió Magda Karina, la mujer que fue acosada y violentada por su mano derecha, el nefasto Andrés García Viveros, a quien usted defendió y prefirió solapar antes que ponerse del lado de su trabajadora a quien terminó por revictimizar a pesar de ufanarse como una aliada del feminismo.
Que le parece hablar del negocio que hizo usted y su hermana, Mayte Rivera, con las despensas del Sistema DIF Municipal. Mire que se necesita ser muy “basura” para lucrar así con el que se supone es “la cara más amable” del gobierno.
¿De eso tuvimos la culpa los medios de comunicación a los que usted ya decidió atacar por su frustración al ver su candidatura caerse a pedazos?
Tampoco fuimos responsables de que el marinista Leobardo Rodríguez haya comprado ventiladores de segunda mano e inservibles para “donarlos” a los hospitales públicos en medio de la pandemia.
La prensa tampoco tuvo la culpa de que Liza Aceves dobleteara puestos en el Ayuntamiento de Puebla y en la BUAP para cobrar doble y vivir su luxury life a costa de nuestros impuestos ni que haya decidido inflar la nómina de la Secretaría General con su chofer, ama de llaves y parientes.
Ver: El barco de Claudia Rivera se hundió al tercer día
Acaso los reporteros o columnista obligamos a que su exsíndico Gonzalo Castillo también acosara a una de sus subordinadas llamada Ana F. de la que tuvo que comprar su silencio para evitar que el escándalo explotara como el de García Viveros.
Los medios de comunicación no tuvimos ninguna responsabilidad de que el Payaso René Sánchez Galindo no pudiera controlar el ambulantaje en el Centro Histórico y, por el contrario, se llenara los bolsillos de manera descarada con las cuotas y derecho de piso que tenían que pagar a diarios los vendedores informarles.
No nos eche la culpa de que su mamá Eloísa Vivanco y su pareja sentimental hayan convertido a la Secretaría de Seguridad Ciudadana en una de las más incompetentes de México y en su caja chica.
Tampoco somos responsables de que su novio Roberto Zatarain sea responsable de cobrar moches y amañar licitaciones para abultar el financiamiento de su segunda campaña que desde el inicio nació muerta.
Eso, señora Claudia Rivera, sí es un basurero.
Su gobierno y su deprimente campaña sí son un relleno sanitario.
¿Quién la está asesorando y le recomendó poner en el debate público a los medios de comunicación como los artífices del repudio que el 90% de los capitalinos sienten por usted y por sus marginales que integran su equipo de trabajo?
Ahora resulta que ustedes, una mujer tan intolerante, enferma de poder y con problemas de mitomanía, nos va a decir cómo hacer nuestro oficio. Eso déjeselos a sus voceros, quienes se decían paladines del periodismo independiente y enemigos del dinero público, a los que les da unos míseros pesos a cambio de su sumisión y docilidad.
Ver: Claudia Rivera y su caótico primer día de campaña (Lo que mal inicia, mal termina)
Su soberbia la ha llevado a olvidar que después del 30 de septiembre usted dejará el cargo y volverá a ser esa mujer para todos desconocida, mientras nosotros vamos a seguir en Puebla incomodando y exhibiendo a más corruptos como usted que ocupan cargos de elección popular y que han convertido al servicio público en un chiquero.
Aquí, la única basura es su campaña y fue su gobierno inconcluso, señora Claudia Rivera.
Y como bien dicen, hasta la basura se separa.