Quienes piensen que las elecciones federal o las nueve locales, entre ellas la de Puebla, del 2024 serán una disputa exclusiva de los partidos y sus estructuras están totalmente equivocados, pues estos procesos tienen una altísima participación ciudadana que rebasa cualquier tipo de movilización o capacidad territorial de los institutos políticos.
Por mucho que Morena sea el partido político con la mejor intención al voto y aceptación entre el electorado a nivel nacional y el poblano, que es un efecto natural de ejercer el poder, como así lo confirman todas las encuestas públicas rumbo a los comicios del próximo año, esto no implica que a la hora de la votación los ciudadanos transporten en automático su voto a favor del movimiento fundado por Andrés Manuel López Obrador.
Nadie puede negar que el tabasqueño es un fenómeno electoral nunca visto en México y que su arrastre social jamás se repetirá con la fuerza que se logró en el 2018, pues logró sumar factores, como la severa crisis del PRI y los escándalos de corrupción del gobierno de Enrique Peña Nieto, a su favor.
También, el hoy presidente de México protagonizó una extraordinaria campaña de vinculación social entre un sector de la población bien específico y que tiene una valía muy alta y es determinante en tiempos electorales: los mexicanos de clase media, media baja y baja.
Fue tanto el éxito de la estrategia mediática y vinculatoria de López Obrador, a través de sus videos publicados principalmente en Facebook y YouTube, que todos los mexicanos comenzaron a utilizar sus frases de manera cotidiana. Ahí están sus famosos dichos como “la mafia del poder”, “no lo tiene ni Obama”, “cochinos y marranos” y “la esperanza de México”.
Andrés Manuel es un genio de la comunicación política y un producto electoral prodigioso que supo permear como nadie en los mexicanos de a pie y hasta entre la clase alta, quienes jamás votarían otra vez por Morena, pero que en el 2018 fueron convencidos por el nacido en Macuspana, Tabasco, hace 69 años.
Mientras las elecciones intermedias son definidas por las estructuras partidistas, las elecciones presidenciales y las estatales concurrentes tienen gran parte de su éxito en la vinculación ciudadana, en las plataformas sociales y la cada vez más valiosa comunicación política en redes sociales.
Hoy, todos quieren copiar el modelo de Marcelo Ebrard o Samuel García, los dos primeros políticos mexicanos disruptores de las redes sociales, quienes son los únicos que han sabido aprovechar a su favor la influencias de TikTok e Instagram, las dos redes sociales con más influencia electoral en el presente, incluso más que Facebook o Twitter.
Algo es cierto, no todos tienen la gracia ni la espontaneidad del canciller ni del gobernador de Nuevo León, a quienes ahora todos quieren copiar su estilo de comunicar en las RRSS.
Ya lo dijo bien Henry Ford: “El éxito no viene de la imitación”.
En Puebla son pocos los aspirantes que buscan la candidatura de sus respectivos partidos para pelear por el gobierno de Puebla en el 2024 que han logrado diseñar una correcta estrategia de vinculación ciudadana, la cual, insisto, será determinante para los comicios referidos.
A mí parecer solo Olivia Salomón, de quien en otra entrega me detendré a analizar su proyecto de vinculación entre la sociedad civil, y Eduardo Rivera han logrado permear de manera significante, sin las sobrevaloradas y desacreditas bardas y anuncios espectaculares, entre el electorado switcher, el principal y codiciado targetde los candidatos que aparecerán en la boleta para elegir al futuro gobernador o gobernadora de Puebla.
Esta apreciación viene a colación y comprueba la hipótesis por los dos últimos actos públicos que el alcalde capitalino encabezó en la Angelópolis: la inauguración de la remodelación de la Catedral de Puebla y la entrega del reconocimiento como “Poblano Distinguido” a José Ramón Fernández.
El primero tiene un gran significado social para Lalo Rivera, para seguir como puntero en conocimiento, confianza y opiniones positivas, no solo en la Angelópolis, sino, en todo el estado, pues la inversión de casi 15 millones de pesos hecha a la Catedral es un gran logro para el edil, quien así se logra acercar aún más al electorado católico de la entidad, que sigue siendo muy grande en Puebla.
Para nadie es un secreto que la iglesia sigue siendo una estructura política importante, pues en cada rincón de cualquier estado existe una capilla con un párroco, quienes en muchos casos se convierten en los únicos líderes de opinión de estas comunidades poco comunicadas y de difícil acceso.
Lo mismo sucede con la visita de José Ramón Fernández, la leyenda del periodismo poblano y un poblano distinguido, quien no solo recibió el galardón de manos del alcalde también fue generoso al destaparlo como el próximo gobernador de Puebla.
Más de las palabras de elogio de “Joserra” a Rivera Pérez, la voz del conductor ‘estrella’ de ESPN México es tomada en cuenta y pesa entre todos los electores que les guste el fútbol, que es el deporte más seguido y practicado del país.
En política nada es improvisado ni obra de la casualidad y mucho menos cuando se trata de un proyecto político para pelear el gobierno del estado.
El voto de la sociedad civil, bautizado como switcher entre los estrategas políticos, será la clave para la elección del próximo año más allá de las estructuras partidistas y sus estrategias de movilización y territoriales.
Tan claro como lo siguiente: este juego se gana con el voto ciudadano.
Así de sencillo.
Mientras algunos apuestan a las arcaicas campañas de aire con bardas y espectaculares, otros ya tienen bien claras las nuevas estrategias para las campañas electorales modernas.
¿Quién será el que mejor lo entiende?
