La ciudad de Puebla está recobrando su importancia a nivel nacional.
Tras un trienio perdido en el que la inexperiencia y la ineficiencia provocaron una serie de rezagos y retrocesos en la capital del estado, la administración de Eduardo Rivera ha logrado en su primer semestre que la Angelópolis recupere su sitio como una de las cinco ciudades con mayor relevancia en México.
No es exagerado mencionar que durante los últimos tres años, Puebla capital dejó de ser un lugar atractivo para los inversionistas, el turismo y hasta para los propios habitantes de la ciudad y del estado.
Y es que, la capital se convirtió en un municipio indigno para sus habitantes.
La aguda crisis de seguridad, la ingobernabilidad, la falta de regulación de los ambulantes, la suciedad y la deficiencia de los servicios públicos más básicos fueron parte de la herencia maldita que dejó la impresentable Claudia Rivera Vivanco.
La corrupción, el desvío de recursos públicos y el saqueo de las arcas municipales marcaron la gestión de la alcaldesa que prometió ser diferente e incluyente. Y, sin embargo.
Hoy por hoy, Rivera Pérez, aunque sus detractores opinen sistemáticamente lo contrario, le ha logrado cambiar la cara a la ciudad de Puebla.
Tan solo basta con recorrer las calles del Centro Histórico, que están libres de los ambulantes y de basura, o mirar hacia los camellos que ya no son verdaderas selvas ni chiqueros.
La integración de la Asociación de Ciudades Capitales de México (ACCM), conformada por las 23 ciudades más importantes del país, sin importar los colores partidistas que presiden los Ayuntamientos y en la que fue considerada la ciudad de Puebla, no es un tema menor.
Qué difícil se veía que esto pudiera pasar hace apenas tres años.
El impacto de la ACCM es inmediato, pues los alcaldes y las alcaldesas participantes analizarán las políticas y estrategias de seguridad pública, principalmente aquellas para reforzar la prevención del delito y el cuidado de la integridad y el patrimonio de los habitantes.
El objetivo principal de esta asociación será es el fortalecimiento institucional de los Ayuntamientos, lograr una coordinación eficaz y efectiva, además de establecer relaciones públicas con distintos entes gubernamentales.
Del mismo modo, se busca compartir experiencias exitosas, asistencia técnica y tratar asuntos internacionales en beneficio de los municipios del país involucrados.
La Asociación está integrada por los Ayuntamientos de Puebla, Mérida, Chihuahua, Colima, Cuernavaca, Hermosillo, Campeche, San Luis Potosí, Tlaxcala, Mexicali, Chilpancingo, Tepic, Guadalajara, Monterrey, Guanajuato, Morelia, Pachuca, Saltillo, Oaxaca, Querétaro y Durango.
La capital poblana, sobra decirlo, es una de las ciudades con más peso en este bloque.
En su primer semestre, la ACCM será presidida por Enrique Galindo Ceballos, presidente municipal de San Luis Potosí; mientras que la mesa directiva quedó conformada por el alcalde de Monterrey, Luis Donaldo Colosio como el secretario de la directiva, la tesorera es Margarita Moreno González alcaldesa de Colima, y Norma Bustamante alcaldesa de Mexicali es la vicepresidenta de la asociación.
Para quienes aún no lo tengan claro, la Asociación de Ciudades Capitales de México será un símil de la Confederación Nacional de Gobernador (Conago), el influyente bloque de mandatarios que durante los últimos años se han convertido en un poder con bastante peso en el mapa geopolítico nacional.
Así, la ciudad de Puebla poco a poco va saliendo del profundo bache en el que cayó por la ineficacia del gran error del 2018.
La ACCM, sobra decirlo, traerá beneficios inmediatos para el Ayuntamiento capitalino y sus habitantes, pues la colaboración de todos los ediles será importante como parte de un camino común luego de una era en la que la división y la polarización ha marcado el derrotero de la política en México.
Lo hecho por Rivera Pérez, cueste a quien le cueste, es un logro que merece destacarse, pues más allá de las simpatías o las diferencias con el panista, al inclusión de la Angelópolis en esta alianza es un punto a favor de su proyecto de ciudad.
La promesa del alcalde poblano de corregir el rumbo de la capital es visible.
El siguiente paso es la percepción será la consolidación.
Cuestión de tiempo.
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