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Las descaradas mentiras de Julieta Vences e Inés Parra

columna historias de un joven reportero Gerardo Ruiz 1

La venganza de Carlos Evangelista en contra del gobernador Miguel Barbosa tras el tremendo ridículo que hizo al intentar deponer a Sergio Salón Céspedes como presidente del Congreso del estado no tardó en llegar.

El impresentable legislador sigue empecinado en minar la figurar y la investidura del mandatario poblano luego de que este lo hizo morder el polvo en las pasadas elecciones intermedias del 6 de junio a pesar de que buscó por todos los medios despojarlo del poder en el estado.

Carlos Evangelista, quien pasó de lamer las suelas de Alejandro Armenta a ahora recibir indicaciones en las piernas de Ignacio Mier, no se cansa de acumular fracaso tras fracaso en su intentona de conspirar en contra de Miguel Barbosa.

Ver: Lilia Cedillo hace historia en Puebla

Tras la pifia del vergonzoso G5 al interior de la bancada de Morena y el golpe fallido contra Céspedes Peregrina, Aniceto llevó su fobia contra el gobernador de Puebla a la tribuna de la Cámara de Diputados a través de su esposa Julieta Vences y de su alfil Inés Parra.

¿Qué hicieron este par de legisladoras malversadas?

Mentir de manera descarada frente a todos los integrantes de San Lázaro.

En el nado sincronizado orquestado por Carlos Evangelista, Vences Valencia y Parra Juárez defendieron desde la Cámara baja y en una rueda de prensa desangelada a las afueras del pleno a los delincuentes que atentaron contra la comunidad de Santa María Coyomeapan durante la jornada electoral del 6 de junio pasado.

Bajo el irrisorio e inverosímil argumento de que los hoy detenidos por los delitos de motín tras la toma de la presidencia municipal, el incendio de la misma, así como de material electoral, secuestro de personas, retención de autoridades y agresiones físicas con tentativa de homicidios son “presos políticos”, las diputadas federales manipuladas por Carlos Evangelista señalaron al gobernador Barbosa de “fabricar pruebas” para encarcelar a más integrantes del grupo criminal bautizado como “Unidad por Coyomeapan”.

La ignorancia de Julieta Vences e Inés Parra es atrevida.

Y es que, las diputadas, quienes en la pasada legislatura destacaron por su improductividad y su paso intrascendente por la Cámara de Diputados, ignoran que la autoridad responsable de integrar carpetas de investigación es la Fiscalía General del estado y los jueces son los responsables de las liberar ordenes de aprehensión; ninguna de estas son facultades del Ejecutivo local.

La esposa de Evangelista Aniceto y su amiga se quedaron en el pasado cuando en el sexenio morenovallista sí existieron decenas de presos políticos a quienes sí se les fabricaban delitos por el simple hecho de oponerse al siniestro Rafael Moreno Valle.

Ahí está el caso de la alcaldesa de San Andrés Cholula, Karina Pérez Popoca, quien fue una de las perseguidas del megalómano Rafael y quien bien podría asesorar a las obnubiladas diputadas en los temas de fabricación de delitos y presos políticos.

Si algo ha distinguido a este gobierno es la libre manifestación, sin importante de dónde venga, de los disidentes y el respeto a su libertad de expresión.

Ver: Lilia Cedillo, Miguel Barbosa y Alfonso Esparza

La realidad es que no sorprende la inopia y el atrevimiento de Vences ni de Parra, pues solo ellas, con la complicidad del impresentable Evangelista, serían capaces de defender a un comando armado que ha atentado contra la seguridad y el bienestar de Coyomepan y que ahora se dicen “defensores de los derechos humanos” cuando son delincuentes probados que no saben respetar la democracia ni el voto de la mayoría.

Tan solo basta recordar que Julieta Vences durante la LXIV Legislatura fue una de las diputadas con menor productividad de toda la Cámara baja al solo presentar tres iniciativas en tres años.

Además de que su actual curul se debió a las turbias y oscuras negociaciones que su esposo hizo para agandallarse gran parte de las candidaturas y espacios plurinominales en el pasado proceso electoral, en el que ambos fueron acusados de vender dichos espacios en fuertes cantidades de dinero en efectivo.

Por su parte, Inés Parra no presentó ningún trabajo parlamentario a título personal ni impulsó ninguna iniciativa propia durante los 6 periodos ordinarios de la Legislatura 2018-2021.

Parra Juárez es experta en crear mentiras, pues solo basta recordar que en noviembre de 2019 la hoy diputada federal se inventó que durante la asamblea para elegir a consejeros en Ajalpan se encontraban personas armadas lo que provocó que la sesión fuera cancelada por el caos que su comentario provocó entre los asistentes.

Las falsedades de la legisladora provocaron que un grupo de militantes exigieran su expulsión de Morena la Comisión de Honor y Justicia del CEN morenista.

Con estos antecedentes se les pueden creer a este trio de mezquinos que solo buscan descarrillar a la administración de Barbosa Huerta.

Sus mentiras caen por su propio peso.

Ver: El ridículo G5 del Congreso: se quitan las máscaras los diputados traidores de Morena

No cabe duda que Carlos Evangelista está cegado por la venganza de ser un fracasado profesional destinado a la mediocridad de no ser más que un achichintle con aires de grandeza.

Todos sabemos lo que pasa cuando se entra al callejón de los madrazos contra el gobernador en turno.

Y si Evangelista Aniceto lo desconoce que alguien sea buen samaritano y le avise.

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