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Los inagotables chantajes de Genoveva Huerta

columna historias de un joven reportero Gerardo Ruiz 1

Cuánta razón tienen los panistas al exhibir el doble discurso de Genoveva Huerta y sus huestes que quieren agandallarse de una buena parte del gabinete municipal de Eduardo Rivera, quien en apenas 14 días se convertirá en el segundo alcalde en la historia regresar por segunda ocasión al Ayuntamiento de Puebla junto con Eduardo Cué Merlo.

Un buen grupo de militantes del PAN, quienes sí gastaron suelas, le dejaron claro a Huerta Villegas y a sus voceros que para ocupar una de las principales carteras del organigrama de la Comuna capitalina se tuvo que haber gastado suela en las pasadas elecciones del 6 de junio.

La diputada federal, sin merecerlo, ahora salió con la ocurrencia de exigirle secretarías al futuro edil a pesar de su ausencia en los comicios concluidos hace cuatro meses.

Si usted vio a la lideresa estatal de Acción Nacional recorriendo colonias, haciendo cruceros o pegando calcomanías avísenle a Rivera Pérez, pues en los registros no se tiene a “La Jefa Geno” ni a sus mercenarios como parte de los responsables de la aplastante victoria del futuro presidente municipal de la Angelópolis.

Es más, Huerta Villegas intentó hasta el último minuto descarrillar la postulación de Lalo Rivera como abanderado del partido azul en la capital del estado. Fue tal la conspiración de la dirigente panistas que antes prefirió impulsar a un priista, en la figura del empresario Pepe Chedraui, como candidato que respaldar al ex alcalde capitalino.

Esta no es la primera vez que la diputada federal estira la liga a punto de reventarla, pues hay que recordar que tras perder la candidatura a la alcaldía de Puebla intentó, sin ningún éxito, quitarle a Rivera la mitad de espacios en su planilla de regidores para entregárselos a su grupo cercano.

Con qué cara ahora Genoveva busca arrebatarle al alcalde electo la facultad para decidir con quiénes va a gobernar a la ciudad de Puebla, que demanda soluciones urgentes ante el desastre y caos que heredará de Claudia Rivera.

El nuevo chantaje de la lideresa estatal del PAN no es más que una burda estrategia para desvirtuar a Lalo Rivera frente a la militancia del partido rumbo a la elección interna que renovará al Comité Directivo Estatal y en la que “La Jefa Geno” busca reelegirse en la presidencia, mientras que el grupo del futuro alcalde poblano intentará arrebatarle dicho cargo.

Bajo el argumento de respetar un inexistente acuerdo en presencia de Héctor Larios, secretario general del CEN panista, Genoveva Huerta ha emprendido una nueva embestida en contra del liderazgo más fuerte con el que hoy cuenta Acción Nacional con el único objetivo de afectar su imagen y la de Ana Teresa Aranda, quien será la carta de Rivera Pérez en la contienda interna por la dirigencia estatal.

¿Cuántas veces más va a recurrir Huerta Villegas a esta misma estrategia que solo fragmenta aún más al panismo local?

Es increíble que la presidenta del albiazul sea el primer factor de divisiones y la protagonista principal de las crisis recurrentes del partido.

Claro que Lalo Rivera conformará su gabinete y el resto de su gobierno con panistas en su mayoría, pero panistas que colaboraron a su triunfo y que no tienen de rehén al partido para sus intereses personales ni tampoco incluirá a viudas y huérfanos de Rafael Moreno Valle.

Lo que la lideresa panista está perdiendo de vista es que sus excesos y su testarudez está provocando no solo una ruptura irreparable en el PAN de Puebla, también está dinamitando la alianza con el PRI y el PRD rumbo a los comicios sucesorios del 2024.

Y es que, Genoveva Huerta no lucha, ni nunca lo ha hecho, por los intereses de Acción Nacional, sino que lo hace por su grupo, que no representa, ni cerca, a todo el partido.

Acaso la presidenta panista ya olvidó el desplegado que decenas de sus cercanos, a quienes busca colar en el próximo Ayuntamiento, firmaron el ridículo desplegado en contra de Eduardo Rivera a unos días de su nombramiento como candidato del partido a la alcaldía de la Angelópolis.

¿En serio Huerta Villegas es tan ilusa que Rivera Pérez le va a entregar posiciones a su grupo que hicieron hasta lo imposible para bajarlo de la contienda de junio pasado?

No cabe duda que el chantaje es un recurso inagotable en la lideresa del PAN, quien sí se ha destacado por la cerrazón, por el incumplimiento de sus propios acuerdos y por la exclusión del resto de grupos que no congenian con su gestión.

Ahí está el claro ejemplo de Francisco Fraile para retratar la poca apertura con la que Genoveva Huerta se ha conducido como presidenta de Acción Nacional en Puebla.

Si algo le faltó a “La Jefa Geno” aprenderle al siniestro Moreno Valle, y no solo sus mañas, su gandallismo y sus fraudes, fue el pragmatismo con el que el extinto senador se manejó siempre.

¿Cuánto durará el berrinche de Genoveva Huerta?

Bien haría Marko Cortés en dar ya en manotazo en la mesa y poner orden en Puebla.

El nuevo chantaje de “La Jefa Geno” en contra de Lalo Rivera terminará en una simple anécdota.

Así de sencillo.

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