Morena sube la apuesta en San Andrés Cholula
El pragmatismo llegó para quedarse en el Movimiento Regeneración Nacional, el partido fundado y que se sigue soportando –tanto para bien como para mal– en la figura de Andrés Manuel López Obrador.
López Obrador sabe perfecto que para ganar elecciones, al menos en México, se necesita de esta praxis de la realpoltik en la que los fines se anteponen a los medios.
Sin el pragmatismo tan aborrecido por las castas puras de la 4T, AMLO jamás hubiera ganado la presidencia de la República en su tercer intento, ya que en sus dos primeros intentos en el 2006 y en 2012, el tabasqueño fue víctima de sus ideales, premisas éticas y morales.
Hasta que AMLO entendió que sin las alianzas necesarias con los poderes fácticos, tránsfugas del PRI y del PAN y otros aliados indecibles jamás hubiese podido despechar desde el Palacio Nacional.
Solo los románticos no entienden que la historia de su partido es justamente eso: historia.
Y es que, el movimiento social y político bautizado como Morena se ha transformado a un paso vertiginoso desde su fundación en el 2014 cuando los “compañeros de lucha” de López Obrador comenzaron con estas ufanías del “linaje lopezobradorista” y su famosa “entereza moral” para no abrir espacios a otros perfiles que buscan sumarse al partido en el poder.
Como partido en el poder, el morenismo tuvo que quitar candados y demás prejuicios para dar cabida a todos aquellos y aquellas que en su momento fueron férreos críticos y hasta enemigos del “ciudadano” y de su círculo más compacto de colaboradores.
El movimiento lopezobradorista no pudo exentarse del dinamismo del poder y la política.
Aquí nada es estático.
Puebla es el vivo ejemplo en donde el “pedigrí” que algunos militantes de Morena presumen es el principal reto para vencer en la elección que está próximo a iniciar en la que se busca edificar el famoso “Segundo Piso de la 4T”, que estará cimentado en una mayoría apabullante en la Cámara de Diputados y el Senado de la República.
Sin el pragmatismo de los verdaderos animales políticos de la entidad, el Movimiento Regeneración Nacional –de manera casi segura– no tendría opciones reales de retener el poder por un sexenio más ni ganar cada uno de los cargos de elección popular que estarán en juego el primer domingo de junio próximo.
Una vez que quede destraba la unción del o la candidata a la alcaldía de Puebla, proceso interno que ya solo está limitado a dos aspirantes, Liz Vilchis o Pepe Chedraui, Morena –de la mano del gobernador Sergio Salomón y del precandidato Alejandro Armenta– comenzará con los nombramientos en cascada del resto de las presidencias municipales, los cuales dejarán más que claro que Morena busca ganar todo en los comicios en puerta, a través del pragmatismo de los perfiles que aseguren las victorias en las urnas sin importar las filias ni las fobias.
Un proyecto que cada día cobra más fuerza es el del expanista Miguel Ángel Huepa, quien se perfila para abanderar a Morena en San Andrés Cholula tras la renuncia a su añeja militancia en Acción Nacional y ante la falta de cuadros propios que compitan y den cara Edmundo Tlatehui, que si algo tiene es una estructura electoral fuerte y funcional en su municipio.
Varias ya son las versiones periodísticas que apuntan que Huepa Pérez tiene las maletas hechas ya para arribar a la 4T y ser el candidato morenista a la alcaldía sandranseña en los próximos comicios tras confirmarse en las encuestas que solo él puede vencer a Tlatehui Percino.
Ni los “Morenachos” Ray Cuautli, Adán Xicale o Eduardo García Casas, quienes en conjunto no alcanzan los 10 puntos en conocimiento ni intención al voto ni la exedil Karina Pérez Popoca, a quien sus negativos la siguen hundiendo ni el emrpesario Víctor Coreau Galeazzi, quien realizo una gran campañal, pero que ya no tuvo el tiempo necesario de afianzarla, son rivales para el actual alcalde panista o para su esposa Lupita Cuautle.
La estrategia de vestir de guinda Miguel Huepa no es más que la confirmación de que Morena quiere y va por todas en la elección del 2 de junio sin importar el linaje, la ascendencia ni las castas.
El objetivo es mayor a los ideales.
Así de claro.
El fin, y más para el Segundo Piso de la 4T, justifica los medios.
Off the record
Una de las principales voces en contra del arribo de Huepa, quien fue compañero en el Congreso local de Sergio Salomón del 2013 al 2015 y de Armenta Mier en San Lázaro del 2015 al 2018, a Morena y su inminente postulación es –precisamente– Karina Pérez Popoca.
Es tal el enojo y la inconformdidad, que la exalcaldesa sanandreseña ya amenazó con renunciar al partido lopezobradorista si se concreta la postulación del expanista como abanderado en Cholula.
La realidad es que desde hace años, Pérez Popoca perdió el rumbo tras su gobierno municipal fallido y lleno de pifias, abusos y errores, que los habitantes de San Andrés aún no olvidan.
Sin Karina Pérez, el morenismo cholulteca solo pierde un voto.
No más, no menos.
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