Un mes exacto bastó para que Ignacio Mier se desinflara como aspirante a abanderar a Morena en las elecciones del 2024.
Han pasado 31 días tras el desangelado destape disfrazado de informe de labores legislativas y Mier Velazco jamás logró despegar como la supuesta carta de Palacio Nacional para hacerse de la candidatura del partido lopezobradorista para los próximos comicios sucesorios.
La fallida estrategia de promoción que llevaba el título “el brazo fuerte del pueblo” no permeó entre el electorado poblano ni mucho menos mejoró los marginales números con los que cuenta el coordinador de los diputados federales de Morena en las diferentes encuestas públicas que miden desde ahora a los contendientes visibles para el proceso electoral venidero.
El legislador se encuentra en el sótano de los rubros de conocimiento e intención al voto.
No, Nacho Mier es un globo que se llenó de aire de manera forzada y poco natural y que muy pronto se desinfló.
Y es que, Moisés Ignacio es víctima de sus propios errores.
El líder parlamentario de Morena en San Lázaro cometió el grave traspié de rodearse de personajes que han probado –y de sobra– su ineficiencia e inutilidad como operadores políticos, como el caso de Fernando Manzanilla, Enrique Doger, Rodrigo Abdala, Carlos Evangelista, Iván Herrera, Alejandro Carvajal o Addi César, quienes fueron barridos por el gobernador Miguel Barbosa en la interna del partido marrón que renovó el Consejo Político Estatal y después el Comité Ejecutivo.
Lo mismo sucedió durante la elección de los consejeros nacional propuestos por Puebla.
Otro notorio error de Mier es sus acuerdos y alianzas con personajes ajenos a su partido como lo ha hecho con Genoveva Huerta y con su operadora en medios de comunicación, Sandra Izcoa, quienes solo le restan al diputado federal tanto en lo político como en lo mediático.
Lo mismo sucede con Tony Gali, quien vive semanas en el ojo del huracán tras revelarse diferentes escándalos a su paso por el gobierno del estado.
Los problemas de Mier Velazco se hacen más evidente en su manejo en redes sociales y su comunicación institucional.
El expriista parece que no tiene una ruta clara y de poco le ha servido ostentar uno de los cargos más importantes en el Poder Legislativo federal, al ser el presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política.
A nivel nacional, Ignacio Mier no deja de ser visto como un político aldeano a los servicios de Adán Augusto y bajo la sombra de Mario Delgado. El nacido en Tecamachalco no brilla con estrella propia y parece que nadie lo toma en serio entre los duros periodistas que cubren al Congreso de la Unión.
Nacho Mier no tiene ni marca agenda a nivel nacional.
Lo mismo o más delicado sucede en Puebla.
Sin su brazo armado, Diario CAMBIO, que vive una severa crisis tras la aprehensión de su director Arturo Rueda, Mier Velazco no ha encontrado la forma de permear en los medios de comunicación, por lo que decidió apoyarse de lo más miserable y marginal de la prensa local.
Moisés Ignacio solo tiene un aliado de peso en los medios de comunicación en la figura de Rodolfo Ruiz, quien vive el ocaso de su carrera periodística desde que decidió dividir su tiempo entre el oficio y las asesorías políticas, lo que le ha restado parcialidad y lo tiene sumergido en una sonora decadencia ante la falta de credibilidad por la que atraviesa desde años.
Pero, el director de e-consulta, a pesar de todos los financiamientos que ha recibido por parte del diputado federal, tampoco se ha metido de lleno a operar como vocero no oficial de Mier, ya que un día alaba a Alejandro Armenta y al otro lo hace con Eduardo Rivera, quienes son sus dos principales contendientes rumbo al 2024.
Nacho Mier no logra ser noticias a diario ni mucho menos destaca entre los aspirantes a la candidatura de Morena.
Bien dicen que la política son momentos y en este momento Mier Velazco luce apagado y sin fuerza.
Las corcholatas de Barbosa Huerta han rebasado, aunque los malquerientes del gobernador opinen lo contrario, ya al diputado federal que no supo capitalizar los pocos y nada convincentes apoyos nacionales que recibió previo a su informe del que se ausentaron la cúpula lopezobradorista, que integran los hijos del presidente de la República, su esposa Beatriz Gutiérrez Muller y sus alfiles, Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y Adán Augusto López.
Mier demostró que carece aún de tamaños para mantenerse vigente y para ser una opción seria rumbo a la sucesión del barbosismo.
Nacho Mier es un globo que se desinfla.
¿O será que jamás infló?
Que conste que es pregunta.