Por: Gerardo Ruiz / @GerardoRuizInc
El presidente Andrés Manuel López Obrador y Morena están, oficialmente, sumergidos en una preocupante crisis, que podría tocar su pico más alto el 6 de junio, día de la jornada electoral en la que se renovarán la Cámara de Diputados, 15 gubernaturas y un buen número de alcaldías y Congresos locales.
Aunque en lo particular estaba convencido de que la figura presidencial y la aprobación a su gobierno sería suficiente para que el partido marrón, sin la necesidad de llevar a AMLO en la boleta, navegara sin contratiempos en los comicios intermedios federales y en los estatales, la realidad es que el movimiento no tendrá un día de campo y, por el contrario, comienza a naufragar sin ver tierra a lo lejos.
En una de sus más recientes columnas, el periodista Alejandro Mondragón anticipó el pésimo humor que ha invadido desde hace unas semanas a López Obrador y las alarmas que se encendieron en Palacio Nacional ante la caída de las preferencias electorales del Movimiento Regeneración Nacional en cuatro estados que ya tenía prácticamente en la bolsa: Nuevo León, Campeche, Tlaxcala y San Luis Potosí.
Ver: Primera encuesta de campañas: Morena está muerto en la capital
Este lunes, las encuestadoras Massive Caller, de Carlos Campos; y C&E, de Alejandro Rodríguez, confirmaron las razones del mal humor de AMLO y del nerviosismo que se apoderó en la sede del gobierno federal.
Y es que, los pronósticos del presidente de México y de su partido a inicios de año eran bastante alentadores, pues la mayoría de las encuestas daban a Morena y a sus partidos aliados ventajas sólidas en 10 de las 15 entidades en las que se renovarán sus gobiernos el primer domingo de junio.
Pero, algo inexplicable sucedió en cuanto iniciaron las campañas en los estados antes mencionados, pues el partido lopezobradorista, en lugar de crecer en las preferencias electorales comenzó a perder sus puntos de delantera, que en algunos casos eran hasta de dos dígitos como el caso de Lorena Cuellar, en Tlaxcala, quien ha comenzado a caer de manera pronunciada a tal grado que Massive Caller ya la pone por debajo de Anabel Ávalos, del PRIANRD; y Campaings & Elections la coloca apenas con una ventaja de cinco puntos pese a iniciar el proceso con hasta 20 unidades de diferencia.
Otro caso que encendió ya los focos rojos en la oficina presidencial de Palacio Nacional es el de Campeche, en donde Layda Sansores, de la alianza Morena-PT, perdió una ventaja de 13 puntos al inicio de las campañas y ahora ya es el tercer lugar por debajo del puntero y abanderado de Movimiento Ciudadano, Eliseo Fernández; y hasta el candidato del PRIANRD, Christian Castro Bello, ya le dio la vuelta.
Tal vez el ejemplo más marcado de la aguda crisis que vive la marca Morena es el de Clara Luz Flores, quien se perfilaba a ser la gran revelación de las elecciones de este año al mantener el empate técnico con su rival del PRI-PRD, Adrián de la Garza, pero el escándalo de la secta Nxivm, de Keith Ranieri, terminó por hundir a la abanderada del Movimiento Regeneración Nacional, quien va en caída libre a tal grado de hacer crecer como la tercera vía al impresentable Samuel García, de Movimiento Ciudadano.
La ola de rechazo a la figura de López Obrador y a su partido, reflejada en los tres casos anteriores, hay que sumar la cruenta disputa que Morena y el propio presidente tienen con el INE, con Lorenzo Córdova y los consejeros electorales, quienes se han mostrado firmes en contra de las irregularidades de los precandidatos del Movimiento Regeneración Nacional, a quienes les han retirado sus designaciones.
La maniobra del Instituto Electoral Nacional en contra de Morena ya le está pasando factura al partido, pues en los dos estados en los que el movimiento no tiene candidato, Guerrero y Michoacán, en donde las nominaciones de Félix Salgado Macedonio y Raúl Morón, respectivamente, están en vilo, pues en ambas entidades el lopezobradorismo ha perdido sus ventajas de dos dígitos, pero más en el caso del estado guerrerense, en donde la elección ya está en vías de empatarse en el último mes de campaña.
De las 10 gubernaturas que Morena podía ganar el 6 de junio, ahora sólo va por ocho de cara al último mes de campaña, por lo que los pronósticos no son nada alentadores para el partido lopezobradorista, quien creía que este año sería determinante para dominar la gran parte del territorio nacional, pero que ahora el plan de ruta cambió para solo enfocarse a mantener la mayoría, así sea por una sola curul, en la próxima legislatura de la Cámara de Diputados.
En la entrega de este lunes comenté sobre el caos al que se aproxima Morena en la capital por la imposición de Claudia Rivera, quien se ha convertido en un lastre para la marca lopezobradorista no solo en la Angelópolis, sino en toda la zona metropolitana.
Ver: Claudia Rivera, la #LadyMontajes
Ahora, se puede decir que la catástrofe que se aproxima es a nivel nacional.
El exceso de confianza, las disputas internas, una dirigencia nacional que no tiene ni voz ni voto y la pésima selección de candidatos tienen al borde del colapso a Morena y al presidente López Obrador, que se juega más que una simple elección y la renovación de la Cámara baja para la segunda mitad de su sexenio.
No solo en Puebla capital, Morena naufraga en el resto del país.