Perdida en su propio laberinto, la oposición radical de la aldea agrupada en la corriente que encabeza Genoveva Huerta se desdibuja a diario y no pasa de ser un mal montaje de un vodevil lleno de chistes sin gracias que solo provocan bostezos.
Tras perder la dirigencia estatal del PAN en Puebla, los genovistas han enfocado sus baterías en dos temas principales: atacar a Eduardo Rivera a pesar de ser el cuadro del albiazul más importante del estado y en criticar de manera sistemática y desordenada a los gobiernos estatal y federal, emanados de Morena.
Un día, los diputados locales que aún se mantienen alineados con Huerta Villegas se lanzan contra Rivera Pérez con el argumento de que el alcalde capitalino y el “Yunque” no lanzan ni una sola crítica a la administración de Miguel Barbosa; al otro los mismos legisladores se abalanzan contra Andrés Manuel López Obrador, contra sus secretarios y contra el propio mandatario poblano con gritos sordos, frases jocosas y chistes que no provocan ni una sonrisa y hasta con memes.
La oposición radical genovista olvida que ahora Lalo Rivera y sus secretarios encabezan un gobierno municipal y su oposición está en Morena y no en su propia casa.
También pasan por alto que para atacar al gobierno barbosista no solo basta con subirse a cualquier tema para sacar raja política, sino borrar su ignominioso pasado en el que fueron cómplices de todas las infamias, despropósitos y corruptelas del morenovallismo.
Su falta de calidad moral los condena.
Lo entiendan o no, los alfiles de “La ExJefa Geno” y la propia diputada federal, cuyo curul pende un hilo por simular orígenes indígenas para vivir tres años más del erario, olvidan que el Ayuntamiento de Rivera necesita la colaboración del estado y de la federación por lo que romper relaciones con estos dos órdenes de gobierno sería un error para el correcto funcionamiento de la Comuna capitalina.
Si esta postura de la corriente de Genoveva Huerta de mermar la imagen y la gestión de Eduardo Rivera es bastante ridícula, la ruta asumida contra Barbosa Huerta y contra López Obrador lo es aún más.
Tan solo basta con revisar las cuentas de Twitter de la ex presidenta del Comité Directivo estatal del PAN o de los diputados locales Mónica Rodríguez Della Vecchia del marginal Oswaldo Jiménez, quienes piensan que con chistes, memes y pastelazos van a convencer al electorado rumbo a los comicios sucesorios del 2024.
El pastelazo antes que un plan de contrastes.
El meme antes que una crítica bien sustentada.
Los likes antes que un buen discurso de altura.
No es exagerado mencionar que si el siniestro Rafael Moreno Valle viviera se volvería a morir al darse cuenta lo que sus huérfanos y viudas hacen para ponerle cara a Morena y en lo que han convertido a la oposición en Puebla.
A Huerta Villegas a sus radicales no les caería mal repasar lo que en su momento hicieron personajes como Ana Teresa Aranda o Francisco Fraile, dos instituciones del panismo poblano, como una verdadera oposición que hacía temblar a los gobernadores en turno.
Tampoco harían mal en repasar lo que hicieron las vacas sagradas de Acción Nacional como Manuel Gómez Morín, Luis H. Álvarez, Diego Fernández de Cevallos o Manuel “Maquío” Clouthier.
Es increíble que la corriente genovista desde el 2018 no hayan logrado, ni con el control de la dirigencia estatal panista, enarbolar un discurso y no postura que permee en el electorado para que los vean como una opción seria.
Al menos que repasen lo que Rivera Pérez hizo de manera acertada para recuperar para el PAN la alcaldía de Puebla y que su efecto se propagara por casi toda la zona metropolitana.
Qué equivocados están Genoveva Huerta y sus alfiles si piensan que con pastelazos y chistes van a regresar al poder en la sucesión del 2024.
Su oposición radical lleva diluida y perdida durante los últimos tres años.
Que lejos de la doctrina del PAN y que cerca de los memes simplones.
¿Esta es la oposición que Puebla se merece?
Hasta para ser cómicos quedan a deber.
Un poco más de altura y seriedad, señores.