Por: Gerardo Ruiz / @GerardoRuizInc
Desde que el Partido Acción Nacional dejó atrás su historial de derrotas en Puebla para comenzar a ganar elecciones en el ya lejano 2010 de la mano de Rafael Moreno Valle, ninguno de sus líderes había sucumbido ante la tentación de aprovechar la presidencia del Comité Directivo Estatal para sus fines personales hasta que Genoveva Huerta asumió el puesto.
Si bien el siniestro Moreno Valle era el gran elector por el que pasaban todas las listas de candidatos, tanto de elección popular como de representación proporcional, el presidente en turno del CDE panista jamás logró imponer su voluntad ni agandallarse las principales posiciones plurinominales.
Con Huerta Villegas, el PAN poblano regresó a la época de los 90’s cuando era más importante conservar el control del partido que ganar elecciones, pues quien presidia al albiazul podía decidir sobre las diputaciones y las regidurías “pluris”, además de controlar las principales secretarías del Comité Estatal y la designación de los líderes municipales.
Desde Juan Carlos Mondragón, pasando por Rafael Micalco y hasta el pasante Jesús Giles, nadie cedió a la tentación de arrebatarlo todo, pues el miedo de rebelarse a Rafael Moreno Valle pesaba más que las ambiciones propias.
Sin el gran tirano, “La Jefa Geno” fue por “el pastel completo” para comérselo ella sola y convidarle apenas unas rebanadas al grupo político que encabeza, pero que en el fondo opera para Fernando “El Conejo Mayor” Manzanilla.
Para nadie es un secreto que la designación de Eduardo Rivera como el candidato del PAN en Puebla capital se puede traducir como un gran revés en contra de Genoveva Huerta, quien por todos los medios intentó evitar la postulación del ex edil.
Pero, ¿en realidad perdió Huerta Villegas?
Aunque la presidenta estatal panista no pudo frenar la nominación de Rivera Pérez como el abanderado de la Angelópolis, su estrategia de encarecer las negociaciones rindió frutos, pues la presidenta del CDE azul, al final, sí se agandalló todo.
Para empezar, Genoveva Huerta, sin ningún mérito y apostándole a la corta memoria de Marko Cortés, logró colarse a la cuarta posición de la lista plurinominal de Acción Nacional para la siguiente legislatura de la Cámara de Diputados, algo que ni el propio Tony Gali logró en el 2015 ni en el 2018.
¿Qué le debe Cortés Mendoza a “La Jefa Geno” para premiarla con una de las primera pluris federales a pesar de haber dejado pasar sin meter las manos a Don Guillermo Pacheco Pulido en la designación del gobernador interino del 2019 y tras haber perdido la elección extraordinaria de ese mismo año?
Eso no es todo.
Huerta también logró que la manzanillista Carolina Beuaregard fuera elegida como la candidata del PAN a diputada federal por el Distrito 11, de la capital, que en inicio era para Ana Teresa Aranda, pero que tras quejarse de la competitividad de esta demarcación fue enviada al 9, en donde Acción Nacional tiene más posibilidades de salir ganador.
Con la complicidad de Marko Cortés, Genoveva Huerta también tendrá la primera y la segunda posición del listado plurinominal del PAN al Congreso del estado, las cuales serán asignadas a una mujer aún por definir y a Eduardo “El Rasputín” Alcántara, quien ya presume que será legislador a partir de octubre de este año.
Además, Huerta Villegas logró quitarle cuatro espacios de la planilla de regidores que Lalo Rivera encabezará para los comicios intermedios del 6 de junio. El precandidato le dejó estos cuatro espacios a su presidenta, quien no cesó en sus pretensiones de tener más posiciones hasta que tuvo que doblar las manos.
Estás posiciones ya están apartadas para Roció Carmona, Dolores Cervantes, para su novio Irving Vargas y para Luis Olmos.
No sólo eso, la lideresa panista también acordó que, en caso de que Rivera Pérez recupere para el PAN el Ayuntamiento de Puebla, tendrá algunas secretarías del gabinete municipal.
Falta que Lalo Rivera le cumpla esta promesa de palabra a Huerta Villegas.
Tampoco hay que perder de vista que Genoveva Huerta está impulsando a sus incondicionales para tres diputaciones locales de la Angelópolis y para diferentes alcaldías de principal importancia para el albiazul.
Por si fuera poco, Huerta Villegas, tras las elecciones del 6 de junio y dependiendo del resultado, intentará imponer a un delfín en la presidencia del Comité Directivo Estatal del partido durante la elección de la próxima dirigencia.
En resumen, Geno se quedó una pluri federal, el Distrito 11, dos plurinominales locales, 4 regidurías, un tercio del próximo Ayuntamiento de la capital, dos candidaturas a diputados locales y otras a alcaldes.
Con todas estas posiciones que “La Jefa Geno” se agandalló, ¿se puede hablar de una derrota para la lideresa panista?
¿En qué momento el panismo aldeano dejó que Huerta Villegas se llevara todo a su casa?
Nadie puede negar que Genoveva Huerta no le aprendió las peores mañas a su padre político, el fallecido Moreno Valle.
A ver si después de este año, los panistas ya aprendieron la lección.
Eso pasa por dejarle el control del partido a otra insaciable.