Por: José Antonio de la Vega Moreno / @Tono_delaVega
Siempre sí, el muro lo pagamos los mexicanos.
Este lunes se defiende Palacio Nacional -por cierto casa de Andrés Manuel López Obrador- como nunca, contra la manifestación, movilización, protesta, exigencia válida de mujeres que demandan seguridad, justicia, respeto, tranquilidad.
Con justa razón la movilización de este lunes, cuando encontramos cifras, números fríos que nos muestran la cara de la opresión, del hostigamiento, de la ofensa, de la agresión, en lo laboral, social, familiar, político, estadísticas que nos marcan que seis de cada diez mujeres son violentadas.
Es decir, 60 por ciento de las mujeres han sufrido alguna discriminación, agresión sexual, en el trabajo, en su hogar, en su que hacer político, y nadie responde.
Por eso cabe hacer preguntas y reflexiones sobre el muro, muralla que defiende Palacio Nacional.
Aquí van:
¿Señor presidente Andrés Manuel López Obrador, qué tanto temor se le tiene a una movilización en el Día Internacional de la Mujer?
¿El muro defiende Palacio Nacional o es la insignia que protege la candidatura, de Félix Salgado Macedonio a la gubernatura de Guerrero?
¿Seguirán sin ser visualizas las mujeres, señor presidente? El muro nos dice que si.
¿Por qué el muro, cuando usted muchas veces ha manifestado que lo cuida el pueblo bueno?
El muro señor presidente, lo pone en entredicho o las mujeres que se expresan, se movilizan, no son parte del pueblo bueno.
Ese muro erigido, es el signo de no querer visualizar toda la agresión contra las mujeres.
Señor presidente, no es levantando muros cómo se hace frente a los problemas de México, que usted insiste aventar hacía otras administraciones.
El muro en la explanada del zócalo, deposita de frente al presidente, en la forma de cómo ha gobernado, lejos de la sociedad y cerca de su Maximato.
Salga, señor presidente, ya es hora de dar la cara. Desde hace dos años y meses que gobierna usted el país y pretextos le sobran para no hacerse cargo de los problemas, la solución debe ser suya, no es que no se tenga solución por culpa de otros que le antecedieron.
El muro frenará el paso del contingente de mujeres, pero se colará por las rendijas de su muralla, la voz que se incrusta en la realidad que atraviesa nuestro país en este momento.
Un presidente que dice ser defendido por el pueblo bueno, pero es al pueblo bueno que se le frena con muros.