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El punto de quiebra de los antibarbosistas

2historias reportero

En un tremendo culebrón está metido el morenismo poblano.

Los problemas para el 2024 no son menores.

El punto de quiebra es aún más latente.

Ese bloque inquebrantable que se forjó en Puebla bajo la imagen de Andrés Manuel López Obrador ahora está mostrando grietas importantes que ponen en un riesgo latente la sucesión puerta.

Si bien en el ADN del barbosismo, el grupo que aún domina el organigrama y que posee el control de Morena en la entidad, está la confrontación y la lucha, también está formado por la unidad y la lealtad a prueba de todo.

Por supuesto que, del 2018 a la fecha, muchos infiltrados dejaron de serlo, otros simuladores fueron descubiertos en sus traiciones y otros dejaron claro que la probidad no fue nunca sus fuertes.

Las máscaras poco a poco fueron cayendo aún con Miguel Barbosa en vida.

Hoy, la realidad es otra.

El proyecto de la 4T claro que puede colisionar si la guerra intestina entre sus aspirantes a la candidatura al gobierno del estado ajenos al grupo del exgobernador sigue subiendo de tono.

Lo que antes los unía ya no está.

O mejor dicho: todos eran amigos hasta que quisieron lo mismo.

Lo único que hacía cohesión entre Claudia Rivera, Alejandro Armenta e Ignacio Mier hoy se acabó.

Sí, Barbosa Huerta era el verdadero punto de encuentro entre los tres mencionados, quienes ahora se despedazan de manera pública y mediática ante sus ambiciones desmedidas de arrebatarlo todo en el 2024.

Se quedarán esperando.

Y es que, su único objetivo es el poder por el poder.

Una vil y simple obsesión por seguir en la arena pública.

Lo que los unía no pasaba por un proyecto de país, de estado o de nación.

No, lo que realmente los hacia coincidir eran sus planes de arrebatarle el control de la entidad a Miguel Barbosa.

Así lo dejaron de manifiesto en el 2019 y en el 2021.

Muy al inicio de la administración barbosista, Armenta y Claudia Rivera se aliaron para hacerle un frente opositor al fallecido mandatario con miras a su elección intermedia.

Al tiempo, esa sociedad se rompió cuando Armenta Mier buscó competir en la interna de Morena para definir a su abanderado en la capital; la entonces edil rompió el pacto y se distanció del actual presidente de la Mesa Directiva del Senado.

Lo mismo sucedió entre Nacho Mier y Alejandro Armenta en ese proceso electoral, pues ambos hicieron una tregua para imponer a sus candidatos a contracorriente de los planes de Casa Aguayo. Desde ese entonces, Eric Cotoñeto ya operada para los intereses del senador, al igual que el pillastre Aristóteles Belmont, a la sazón secretario general del partido lopezobradorista; junto con el truhan Carlos Evangelista, que era el esbirro del diputado federal y delegado de la dirigencia nacional en el estado.

Sus planes fracasaron cuando el primer lunes de junio la estructura barbosista los barrió junto con el resurgimiento de Acción Nacional y aliados en la capital y en la zona metropolitana.

Sí, minar a Miguel Barbosa siempre fue el punto de encuentro.

Sin Barbosa en vida, ya nada los une.

Así quedó de manifiesto semanas atrás cuando Armenta y Mier retomaran las hostilidades tras fingir un acuerdo de unidad con Adán Augusto López de testigo.

Los primos Mier son capaces de acuchillarse frente a todos.

Alejandro y Claudia Rivera también ya hicieron oficial su enemistad cuando la exedil acusó al expriista de estar detrás del fallo del TEEP y de su presidenta, la magistrada Idamis Pastor, quien encabezó el proyecto por el que fue sancionada como la primera mujer en Puebla en ejercer violencia política en razón de género y con ello quedar inhabilitada para participar en los comicios del 2024.

La guerra civil entre los antibarbosistas se encrudeció.

Mientras, el grupo que hoy lidera el gobernador Sergio Salomón Céspedes sigue unido, fuerte y firme en la ruta que Miguel Barbosa trazó para su sucesión.

Morena claro que se ve afectada de la ruptura de los malquerientes del barbosismo.

Un punto de quiebra real que agarra con alfileres la permanencia en el poder del 2024.

La tercera vía, hoy por hoy, luce como el proyecto más estable y seguro para que la 4T se mantenga otro sexenio en Puebla.

Ni imaginar que puede suceder en el próximo proceso electoral ya abierto de manera oficial.

El método priista de romper desde el interior.

Hacer todo y recurrir a todo para que mi enemigo no llegue.

Las rupturas, traiciones y alianzas con el enemigo no van a faltar.

Es su naturaleza.

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