Por: Gerardo Ruiz / @GerardoRuizInc
El PRI vive su propio Geno-cidio.
A Néstor Camarillo le quedó muy grande el cargo de presidente estatal priista lo que ha condenado al partido a otra catástrofe en las elecciones intermedias de junio próximo.
Si bien, Camarillo Medina llegó a un Revolucionario Institucional desfondado, sin peso ni cuadros nuevos que lo rescaten de la agonía; el joven dirigente priista también careció de toda capacidad y talento para lograr levantar de las ruinas al instituto político que en algún momento fue conocido como el “partidazo”.
Aunque su nombramiento levantó algunas expectativas entre un grupo de obnubilados, quienes vieron con “patas de gallo” al ex alcalde de Quecholac, señalado por un desfalco de 3.3 millones de pesos a su paso por el gobierno municipal, al muy poco tiempo todas las esperanzas sobre el nuevo presidente tricolor se esfumaron ante sus carencias.
Y es que, la primera gran prueba de fuego del líder priista fue evitar que su homóloga panista, Genoveva Huerta, reventara la alianza del PRIANRD en Puebla capital.
Camarillo fue incapaz de negociar con Huerta Villegas y llegar a un acuerdo para mantener la alianza entre el tricolor, el blanquiazul y el Sol Azteca ya pactada a nivel nacional.
No sólo eso, el presidente del PRI permitió que todos los cuadros del Revolucionario Institucional fueran relegados a la fecha de la planilla de Eduardo Rivera, precandidato panista por el Ayuntamiento de Puebla.
Ahora, el tricolor tendrá que conformarse con una candidatura común que en nada los favorece.
Más allá de los constantes líos de faldas y de sus conocidos problemas con la fiesta y el alcohol, Néstor Camarillo también cayó en la tentación de agandallarse un buen número de candidaturas para sus conocidos, familiares y hasta para su esposa.
Seguro la lógica del presidente priista fue “si La Jefa Geno lo hizo, yo también puedo”.
Desde su privilegio, el líder del tricolor en Puebla se adueñó, a la espera de hacer un recuento total al finalizar todas las nominaciones, de al menos 10 candidaturas para su familia y su familia política.
Para iniciar, Néstor Camarillo le entregó la primera regiduría en Tecamachalco a su esposa Liz Villegas Gómez.
El primo de su pareja, Andrés Villegas Mendoza, será el candidato a diputado local por el Distrito 15, con cabecera en Tecamachalco.
Villegas Mendoza fue delegado de Gobernación en la región al inicio del gobierno de Miguel Barbosa cuando Fernando Manzanilla era el titular de la Segob, dependencia infiltrada por priistas y panistas que respondían a los intereses del “Conejo Mayor” y no del mandatario poblano.
Además, sobre el primo político de Néstor Camarillo, quien siempre carga su amparo bajo el brazo tramitado ante la Tercera Sala en Materia Penal y que se identifica con el expediente 250/2015, para evitar la justicia por la carpeta de investigación abierta por los delitos de delincuencia organizada y robo de vehículos.
El presidente priista también colocó a su tío Benito Camarillo Mirón como el precandidato del PRI por el Ayuntamiento de Quecholac para continuar con el cacicazgo en la región tras la irrupción de la familia “El Toñín”, que a la fecha gobierna el municipio en la figura de José Alejandro Martínez Fuentes.
Por si fuera poco, el hermano de Néstor, Isidro Camarillo Medina, será el precandidato a diputado federal suplente por el Distrito 14, con cabecera en Acatlán Osorio, demarcación que aún está en disputa entre Jorge Estefan Chidiac y Alberto Jiménez Merino.
Para cerrar con broche de oro, el líder del tricolor impuso en la candidatura por la presidencia municipal del Ayuntamiento de Ciudad Serdán a su mejor amigo, el constructor Israel Cruz Gallardo, quien era colero entre los aspirantes, desplazando así al perfil más fuerte Eduardo González y hasta a Javier Morales, sobrino del exgobernador Melquiades Morales, quien había pedido dicha posición.
Así, el presidente del PRI sucumbió ante la tentación de exprimir lo poco que queda del PRI.
¿En serio así buscan regresar al poder y desbancar a Morena?
La oposición en Puebla es un chiste mal contado.
¡Qué viva la familia priista…pero de Néstor Camarillo!
Off the record
Un escándalo similar por el que atraviesa el PAN podría estallar pronto al interior del PRI, pues ya son muchas las voces inconformes en contra de Néstor Camarillo por la venta de candidaturas.
Como sucedió con Genoveva Huerta, el presidente priista también pidió dinero en efectivo y transferencias bancarias a todos los aspirantes a alcaldes y diputados locales para levantar “encuestas fantasmas” que nunca vieron ni nunca se realizaron, pues los dados ya estaban cargados a favor de los delfines del líder tricolor.
Los principales inconformes se concentran en la región de Tecamachalco, en donde Néstor se dice tener controlada.
Poco a poco se irán revelando los detalles de esta oscura trama.