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Barbosa, Santiago Nieto y una comida entre viejos amigos

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Aún nadie entiende las motivaciones que llevaron a Santiago Nieto a dinamitar su prometedora carrera política como uno de los cuadros más valiosos de la Cuarta Transformación, que comanda el presidente Andrés Manuel López Obrador.

El ex titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, quien era una de las figuras más temidas y poderosas del país, cayó en el falso mundo de la vanidad y la fatuidad que a muchos hombres y mujeres de poder les ha costado todo.

¿Fue el amor y la pretensión?

Nieto Castillo tenía los ejemplos perfectos con César Yáñez y Emilio Lozoya de lo que la vanagloria puede costarle a alguien. Al primero, al igual que a Santiago, una lujosa e innecesaria boda lo sacó del primer círculo de AMLO a pesar de haber sido el hombre más cercano en su momento; mientras que, al segundo, una cena en el ostentoso restaurante Hunan, en Lomas de Chapultepec, lo llevó a una celda en el Reclusorio Norte.

El otrora director de la UIF cayó en la tentación de celebrar su unión con la consejera electoral del INE Carla Humphrey con una fiesta glamurosa en Guatemala para evitar cualquier fuga de información. Y, sin embargo.

Nieto olvidó aquel principio básico del círculo rojo en el que los políticos no tienen vida privada y menos al más alto nivel.

Un solo error le costó que su cabeza rodara en la guillotina de la 4T.

El pasado sábado, Santiago Nieto estuvo de regreso en Puebla para acompañar a su esposa Carla Astrid, que fue una de las ponentes en el foro nacional “Proceso Electoral 2020 – 2021. Candidaturas electas por acciones afirmativas”.

Aunque algunos despistados aseguraron que este fue su regreso a la escena pública, la realidad es que el extitular de la UIF ha estado bastante activo, pues fue uno de los invitados especiales al AMLOFest y también estuvo en Nuevo León, como asistente a la ponencia “+ mujeres sin violencia”, en Nuevo León, que fue organizada por el gobernador Samuel García, quien fue investigado por el propio Nieto Castillo en las pasadas elecciones de junio.

En los últimos años, Santiago Nieto ha estado estrechamente ligado a Puebla, pues durante los fraudulentos comicios del 2018 en los que los Moreno Valle se robaron los resultados en las urnas, el abogado queretano encabezó la férrea defensa de Miguel Barbosa para demostrar todas las irregularidades y delitos cometidos en dicho proceso marcado por la violencia y las pillerías del siniestro Rafael.

A su llegada al gobierno del estado en el 2019, Barbosa Huerta pactó una gran alianza con el entonces titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, la cual ayudó a combatir la corrupción heredada del morenovallismo y el marinismo al congelar las cuentas bancarias de grandes hampones como Eukid Castañón, el propio Mario Marín, Adolfo Karam o Kamel Nacif.

Además de las entidades dominadas por los grandes cárteles del narcotráfico en México, Puebla fue uno de los focos rojos en los que la UIF puso atención al ser uno de los epicentros nacionales de los factureros; de políticos con riquezas inexplicables que lavaban el dinero desviado a través de obra pública y otros negocios; así como prestanombres señalados por realizar operaciones con recursos de procedencia ilícita.

Las empresas fantasmas y factureras y sus relaciones con los hombres de poder en la aldea fueron bien documentadas por la dependencia que encabezó Nieto hasta hace unas semanas.

En los expedientes armados por Santiago Nieto destacaban exrectores prófugos, empresarios valentones, huérfanos morenovallistas que ahora se dicen perseguidos políticos y ruegan por disculpas públicas y demás infiltrados a Morena que en el pasado se rindieron ante los pies de Moreno Valle.

Si la presencia de Nieto Castillo en Puebla puso nervioso a más de uno, lo que sucedió después les quitó el sueño.

Y es que, Santiago se reunió en privado con Miguel Barbosa, quien lo invitó a comer junto con su esposa una vez concluido el foro organizado por el Instituto Nacional Electoral, el Instituto Electoral del Estado y el Tribunal Electoral de Puebla.

¿Qué se dijo mientras el mandatario poblano y el extitular de la UIF compartían el pan y la sal?

¿Cuáles fueron las fichas que seguro ambos intercambiaron?

¿Qué anécdotas contaron el expresidente del senado y su exasesor estrella?

Solo ellos dos saben el alcance y las implicaciones futuras que este encuentro tendrá en la entidad poblana.

La comida entre el gobernador y el queretano se da en un momento en el que la cruzada contra la corrupción en Puebla está más vigente que nunca.

La información, sin lugar a dudas, vale más que el propio dinero.

Santiago Nieto vaya que sabe y mucho; mientras que Miguel Barbosa es el hombre con más poder en el estado.

Poder e información.

Vaya combinación.

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