El ejemplo claro y fuerte de que la mujer avanza, se fortalece, muestra talento, liderazgo y sabe manejar el poder a pasos agigantados en nuestra sociedad, en lo político, en lo económico, en lo administrativo, en lo académico, etc, son dos:
La rectora de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, Lilia Cedillo Martínez y su reciente -nombrada homologa- en la Universidad de las Américas Puebla, Cecilia Anaya Berrios.
Dos mujeres, dos académicas que pretenden, aspiran a transformar y mejorar la vida académica de sus universidades que encabezan.
Claro, aunque con características diferentes en ambas universidades.
Vamos, distantes una de la otra.
La BUAP fluyendo en lo administrativo, académico y estudiantil y la UDLAP sufriendo.
Lilia Cedillo Ramírez en su toma de protesta del pasado 4 de octubre del 2021, frente a la máxima casa de estudios de la BUAP, se comprometió a ejecutar una gestión austera, transparente y abierta al escrutinio de la comunidad universitaria y de la sociedad.
Además, escribe en los anales de la historia que es la mujer en más de 400 años que está al frente de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.
Sin problema alguno.
Ver: Nosotros los nobles (De San Martín Texmelucan)
Caso contrario el de Cecilia Anaya Berríos, quien tendrá que reaperturar una Universidad de las Américas, en una disputa legal, con jóvenes universitarios ofuscados, y una plantilla de académicos, confundidos.
Pero ambas tienen el ADN de la mujer de retos, echadas para adelante, realizadas en sus almas mater.
Lilia Cedillo Ramírez administrará la BUAP del 2021-2025.
Cecilia Anaya Berrios -rectora interina desde el 19 de agosto del 2021- habrá de ejercer de pleno desde ya su rectorado.
Dos mujeres ejemplo en la sociedad poblana.
Dos retos académicos distintos.
Dos universidades simbólicas.
La BUAP en manos de Cedillo, va en camino a la excelencia académica y estudiantil.
La UDLAP en manos de Anaya tendrá que encontrar el camino a la estabilidad académica.
Lilia Cedillo y Cecilia Anaya dos mujeres, ejemplo de superación y comprometidas a favor de lo académico, administrativo y académico.
BUAP brilla.
UDLAP, a renacer como el ave fénix.
Ambas mujeres tienen el potencial para hacer de sus universidades, de la BUAP, seguir en ascenso y la UDLAP, salir del atolladero donde está.