Por: Gerardo Ruiz / @GerardoRuizInc
Uno de los temas principales de la reunión que sostuvieron en Casa Aguayo el gobernador Miguel Barbosa y el alcalde electo Eduardo Rivera fue la crisis de seguridad por la que atraviesa la ciudad de Puebla, la cual se encrudeció los últimos años tras el trienio fallido de Claudia Rivera Vivanco.
Este, sin lugar a dudas, será la encomienda primaria que tendrá la nueva administración de Rivera Pérez al ser un reclamo generalizado entre los habitantes de la Angelópolis, junto con el ambulantaje desbordado en el Centro Histórico.
Sobra decir que parte del fracaso de la administración de Rivera Vivanco fue, precisamente, la necedad de la edil de no aceptar un plan conjunto con el gobierno de Barbosa Huerta, pues jamás pudo arrebatarle el control de la Secretaría de Seguridad Ciudadana a su mamá Eloísa Vivanco, quien, en conjunto con su pareja sentimental, es el poder detrás del trono de la dependencia que encabeza Lourdes Martínez.
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El error que marcó el gobierno claudista fue el día que la alcaldesa rompió su palabra empeñada con Miguel Barbosa a quien le prometió entregarle el control de la SSC para colocar en la secretaría a un perfil cercano a su administración, pero que después de buenas a primeras tronó el acuerdo sin ni siquiera informarle al mandatario poblano.
A partir del 15 de octubre la dinámica será diferente.
La coordinación de la estrategia entre el gobierno barbosista y la administración entrante de Lalo Rivera, de inicio, está ya acordada.
No solo eso, en los municipios que conforman la zona metropolitana también habrá una estrategia conjunta entre los ayuntamientos y el gobierno del estado.
Nada más falso que las versiones que están intentando filtrar las plumas antibarbositas en el sentido de que el gobernador busca imponer a los secretarios de seguridad municipales, ya que la realidad es que Barbosa Huerta está respetando estos nombramientos, aunque sí está escuchando las propuestas de los ediles electos.
Este es el caso de Eduardo Rivera, quien tiene como principal carta para asumir la Secretaría de Seguridad Ciudadana, que seguramente regresa al nombre de Secretaría de Seguridad Pública municipal, es Eduardo Vázquez Rossainz, quien en su trienio 2011-2013 fue director del Centro de Emergencias y Respuesta Inmediata (CERI).
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Vázquez Rossainz, hay que decirlo, es de los pocos expertos y especialistas en Puebla en temas de seguridad y prevención ciudadana
Además de su paso por el CERI, Lalo Vázquez fue director General de Planeación Estratégica para la Prevención Social, de la SEGOB durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, y director del C4 durante la administración de Blanca Alcalá.
El futuro secretario de Seguridad Pública en Puebla capital es director general de y fue de SACI, firma consultora en servicios de seguridad, también ha sido asesor consultor en seguridad de instalaciones estratégicas e instructor en diplomados y seminarios impartidos a fuerzas federales estatales y municipales de seguridad pública.
La llegada de Vázquez Rossainz, al igual que el perfil que sea designado en la Segom por Rivera Pérez, será seguido con lupa por todos los poblanos luego del desastre que provocaron Claudia Rivera y Lourdes Martínez con la seguridad de la capital.
En pocas palabras, Lalo Vazquéz estará sentado en la silla más caliente que deja el Ayuntamiento de Claudia Rivera.
De entrada, la carta marcada de Eduardo Rivera cuenta con los blasones y las cartas necesarias para corregir la crisis de seguridad que heredará de la administración saliente.
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El respaldo que los poblanos le dieron a Lalo Rivera en las urnas el pasado 6 de junio es un arma de doble filo, pues la validación de su gobierno puede ser inmediata si los resultados se ven en los primeros 100 días o jugarle en contra ante el desastre que generó Rivera Vivanco en apenas 36 meses.
La seguridad es el clamor social al que Rivera Pérez debe atender de inmediato y ya tiene le hombre fuerte para este encargo.
Revertir la crisis de seguridad, el primer gran reto de Lalo Rivera.
