La opinión pública ha especulado, durante los últimos meses, acerca de los propósitos del presidente por controlar el INE. Pero esto no perjudica a AMLO, sino lo fortalece, ya que puede encubrir y maquillar sus verdaderas intenciones. El objetivo de mermar e ir aniquilando las facultades del INE, paulatinamente y a todas luces antidemocrático, no es para robustecer su poder puesto que menos de dos años le restan a su sexenio. Más bien, es una estrategia en favor de Morena, su proyecto a largo plazo, el partido político que continuará y alentará la destrucción de la única institución que aún goza de credibilidad en amplios sectores de la población y sobre todo, en otras partes del mundo.
Por eso AMLO no quiere ser el verdugo quien dé el golpe letal al INE, sino sus representantes en el Congreso, sus fanáticos, sus correligionarios, porque la responsabilidad como líder de su movimiento es, antes que cualquier cosa, moral. El chiste se cuenta solo. El tabasqueño desea ser el autor intelectual y no ensuciarse las manos. Así operan los autócratas. Hay que recordar que para incendiar Roma bastó con el narcisismo de un emperador. Sin embargo, para incendiar un país y por ende al INE, debe ser tarea de todos los días a través de un discurso de odio en las mañaneras, ya que no es suficiente ni el ego ni la pedantería populista. Ni en los peores momentos de la transición democrática se atrevieron tantos tontos de la política gubernamental a seguirle el juego al presidente.
Serán los ciudadanos comprometidos con la libertad y la democracia quienes se tomen las cosas en serio para no permitir que desaparezca el INE. Serán los ciudadanos que buscan que Morena se termine por convertir en el nuevo PRI, quienes habrán participado de un gran retroceso económico y social, que de concretarse, probablemente sea irreversible para esta nación. Nunca se había visto a un gobernante en el México moderno, que proviene de esa caricatura llamada izquierda, comportarse como el peor de los reaccionarios porque cree, en su ambición, que lo electoral también le pertenece al pueblo bueno y sabio.
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