No solo el retiro que sufriera la diputada federal del Partido Acción Nacional, Genoveva Huerta del municipio de Tlaola a punta de la policía municipal, que denunciara la panista ha sido el único desencuentro al interior de ese instituto político.
Los señalamientos constantes contra Augusta Díaz de Rivera, líder del blanquiazul, de encabezar un comité directivo estatal muy parecido al Club de Tobi, -traducido- solo para sus amigos y amigas en su consentimiento y atención.
Dejar sola a la presidenta municipal de San Pedro Cholula, Paola Angón, sumergida en una endeble gobernabilidad.
No porque Paola Angón tenga la culpa de no tener en sus haberes una capacitación política administrativa adecuada, sino porque su partido se alejó de ella, la olvidó y desde dentro del PAN lamentan por todos lados su postulación.
Los constantes amagos de que Eduardo Alcántara Montiel, actual coordinador de la fracción parlamentaria del PAN en la sesenta y una legislativa , podría ser removido de un momento a otro.
Dejar de lado las acciones emprendidas por el panistas desde hace 33 años, Rafael Micalco Méndez, a quien no le avalan sus posiciones dentro y fuera del poder legislativo.
Además, de una lista larga de desencuentros, caminos opuestos, enfrentamientos, que emblandecen la unidad al interior del Partido Acción Nacional.
Lo que sucede al interior del PAN, lo desgasta para ser un partido por lo menos competitivo, dejemos a lado ya ser triunfador rumbo al 2024.
Lo que es lo mismo, las palabras y demanda de su líder Marko Cortés de sumarse por la unidad del PAN, no hizo estrago alguno en los actores políticos al interior de ese instituto político.
Por eso la pregunta.
Y la unidad en el PAN?