La reciente confirmación del fichaje de Neymar por el club de fútbol Al-Hilal en Arabia Saudita ha generado un revuelo no solo por la magnitud del traspaso, sino también por la huella de carbono que dejó su lujoso viaje a su nuevo destino.
El delantero brasileño viajó en un avión privado Boeing 747, uno de los más grandes del mundo, que puede albergar a más de 400 pasajeros.
El fichaje de Neymar por el Al-Hilal involucró una inversión de más de 90 millones de dólares del club saudí desde el Paris Saint-Germain, además de un contrato que le asegura un sueldo de 300 millones de dólares durante dos años.
El viaje del futbolista desde París hasta Riad, la capital de Arabia Saudita y sede del Al-Hilal, se realizó en un Boeing 747 privado.
Si bien este avión es capaz de transportar a más de 400 pasajeros, el brasileño viajó solo en esta aeronave de gran envergadura.
La huella de carbono de este viaje es asombrosa, pues se estima que un avión Boeing 747 consume aproximadamente 4 litros de combustible por segundo.
Considerando una duración de vuelo de 6 horas para este viaje de 4 mil 658 kilómetros, se calcula que el avión habría consumido al menos 86 mil 400 litros de combustible.
La turbosina utilizada por este tipo de aviones emite alrededor de 2 mil 036 kilogramos de dióxido de carbono (CO2) por litro.
Si se multiplica esta cifra por el consumo estimado de combustible, el resultado muestra que, en este viaje, el Boeing 747 habría generado al menos 175,910 kilogramos de CO2, equivalente a más de 175 toneladas de dióxido de carbono.
Con información de Sopitas