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El 18 de abril de 2007 quedó grabado en la historia del futbol mundial gracias a Lionel Messi. El argentino anotó un golazo quitándose rivales desde media cancha y con ello dejó impresionado al mundo.
En ese momento Messi tenía 20 años, pero ya daba muestras del gran jugador en el que se convertiría y de la capacidad que tenía con el balón.
Eran las semifinales de la Copa del Rey ante el Getafe.
El astro argentino recibió el balón atrás de la línea de media cancha y de inmediato se quitó dos rivales.
Se enfiló hacia la portería y se quitó a tres rivales más. Luego se quitó al portero y definió sobre un defensa que se barrió, pero no pudo hacer nada.
Messi corrió a festejar. Sus compañeros detrás de él. El estadio se caía por la obra de arte que hizo el futbolista argentino.
De inmediato comenzaron las comparaciones con Diego Armando Maradona, pues el gol era similar al que anotó en el Mundial de México 86 ante Inglaterra.
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