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Después de un tiempo, los cubiertos de plata presentan tonos amarillentos, negros o tornasolados, por ello, te traemos estos tres consejos para regresarlos a la vida.

Aluminio y bicarbonato de sodio

En una olla pon agua a hervir con un pedazo de aluminio hecho bolita. Cuando hierva, agrega bicarbonato de sodio y sin apartar del fuego sumerge las piezas de plata que deseas limpiar. Finalmente retiralos del agua y secalos con un paño de algodón seco.

Fécula de maíz y agua

En un tazón pon una taza de maicena y agrega a manera de hilo agua tibia hasta lograr una pasta. Cubre los cubiertos con esto y dejalos secar. Con ayuda de un paño de algodón frota la mezcla hasta que los cubiertos estén libres de fécula de maíz.

Cátsup

Cubre con cátsup los cubiertos, deja que actúe por 15 minutos y con un paño de algodón frota cada cubierto para retirar la cátsup. Enjuaga con agua tibia y seca inmediatamente con otro paño de algodón limpio y seco.