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Un reciente estudio reveló que el COVID-19 no solo puede provocar afectaciones en el cerebro, sino que puede permanecer allí incluso después de la infección.
El investigador de la Universidad Estatal de Georgia, Mukesh Kumar, quien dirigió dicho estudio mencionó que el análisis se realizó en ratones, en los que se pudo observar que el virus, una vez estando oculto, puede provocar recaídas severas que conducen a la muerte.
«El cerebro es una de las regiones donde al virus le gusta esconderse», afirmó el experto.
Además, el estudio reveló que el virus se alojó en el cerebro de los ratones a un nivel mil veces superior al de cualquier otra parte del cuerpo.