Lo que por años fue un dolor silenciado, terminó por esclarecerse por casualidad. Al remover parte del terreno, los obreros hallaron fragmentos óseos que llamaron la atención por su disposición.
¿Quién era el joven enterrado junto a la casa dónde vivió Gustavo Cerati? Esta es la historia

La remodelación de la casa donde vivió Gustavo Cerati en el barrio Coghlan de Buenos Aires, reveló mucho más que escombros. El pasado 20 de mayo, albañiles que trabajaban en una obra sobre la avenida Congreso al 3700 encontraron restos óseos humanos enterrados en el terreno.
Lo que comenzó como un hecho curioso pronto se convirtió en la resolución de una desaparición que durante casi cuatro décadas mantuvo en vilo a una familia.

Tras semanas de análisis forense, el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) logró identificar los restos como pertenecientes a Diego Fernández Lima, un adolescente de 16 años que fue visto por última vez el 26 de julio de 1984, en la zona limítrofe entre Villa Urquiza y Belgrano.
Se descubrió quién es el chico de 16 años enterrado en la casa donde vivía. Gustavo Cerati.
— “Yo soy Elvis” 🎙 (@Ricdelsur) August 6, 2025
Se llamaba Diego , tenía 16 años cuando desapareció , estaba desaparecido desde 1984 y tenía una puñalada,según los peritajes.pic.twitter.com/Maz0tpo7Mq
El joven enterrado junto a la casa dónde vivió Gustavo Cerati
Ese día, Diego regresó del colegio, almorzó con su madre y le pidió algo de dinero para ir a visitar a un amigo. Nunca volvió. La última persona que lo vio con vida lo ubicó en la esquina de Naón y Monroe, a pocas cuadras de su domicilio.
Horas más tarde, sus padres acudieron desesperados a la Comisaría 39, pero la respuesta de los oficiales fue tan fría como reveladora:
“Se fue con una mina, ya va a volver”. La denuncia fue rechazada bajo la etiqueta burocrática de “fuga de hogar”, de acuerdo al periódico Pérfil.
EL JOVEN ENTERRADO JUNTO A UNA CASA DONDE VIVIÓ GUSTAVO CERATI ERA FUTBOLISTA DE EXCURSIONISTAS
— DePrimera+ (@deprimeraplus) August 7, 2025
Los restos hallados pertenecen a Diego Fernández Lima, quien fue jugador juvenil del club del Bajo Belgrano y estaba desaparecido desde el 26 de julio de 1984. pic.twitter.com/nOhWa0FFkb
“Desde el primer momento lo caratularon como fuga. Me negué, pero fue como si nada. ¿Qué quieren que investiguen si ya dan por sentado que él se fue solo?”, relató años después su padre, Juan Benigno, en declaraciones a la revista Esto!, editada por Crónica.
Una casa, una tumba, una verdad
Lo que por años fue un dolor silenciado, terminó por esclarecerse por casualidad. Al remover parte del terreno, los obreros hallaron fragmentos óseos que llamaron la atención por su disposición.
Fue entonces cuando intervino la Justicia y el EAAF, que finalmente logró cotejar el ADN de los restos con una muestra biológica aportada por la madre de Diego.

El resultado fue concluyente: se trataba del joven desaparecido en 1984. A pesar del impacto del hallazgo, las circunstancias exactas de su muerte aún son objeto de investigación, pero se presume que fue asesinado.


