La casa Sotheby’s abrió las puertas de la histórica mansión londinense donde Freddie Mercury, el legendario vocalista de Queen, para subastar objetos personales de la estrella de rock.
La estrella indiscutible de la velada fue el piano de Freddie Mercury de la marca Yamaha que adquirió en 1975. Este instrumento fue su fiel compañero a lo largo de su carrera y fue el medio a través del cual creó himnos inmortales del rock como «Bohemian Rhapsody» y «Killer Queen».
Aunque las estimaciones previas apuntaban a un valor de hasta 3 millones de libras, el piano encontró su nuevo hogar por la cifra de 1.74 millones de libras (2.18 millones de dólares).
Junto al piano, diversos manuscritos del músico fueron subastados, revelando la meticulosidad y genialidad de Mercury en el proceso creativo.
Entre los objetos destacados, se encontraba el peine que utilizaba para dar forma a su inconfundible bigote, así como documentos históricos como un borrador de la letra de Bohemian Rhapsody, trazada a lápiz sobre un calendario publicitario.
La mansión, que había permanecido prácticamente intacta, se convirtió en un santuario de los recuerdos de Mercury durante décadas.
Más de 100 mil personas tuvieron la oportunidad de contemplar estos tesoros durante el mes que estuvieron expuestos en Londres este verano.
Freddie Mercury, quien admitió públicamente que padecía el VIH un día antes de su fallecimiento el 24 de noviembre de 1991, dejó un legado imborrable en la historia de la música.
