Almanaque / @AlmanaquePuebla
En los últimos días las redes sociales nos han regalado verdaderas joyas que hacen que valga la pena seguir pagando el internet, una de ellas es la historia de la joven que “desinvitó” a su amiga a su boda porque no tenía pareja y otra es la que les vamos a contar a continuación.
Resulta que un joven decidió cotizar un pastel casero con para celebrar el 10 de mayo con su mamá, la conversación fluyó normal hasta que le dieron el precio. 350 pesos para 12 personas, lo cual es bastante accesible, sin embargo, a esta persona le pareció un exceso y comenzó a regatear.
“¿350 no se te hace muy caro?”, pregunta el cliente. “No, es el precio y es bastante económico porque es un pastel casero”, responde la joven.
“Es que yo pensaba que tenías algún descuento por la pandemia y también por el día de las madres. Ya ves que uno está bien gastado por el covid y pensé que eras consciente.
Como la vendedora no accedió a bajar el precio, la culpó porque su mamá no iba a tener “un pastel bonito”
“Qué coda, neta. Por tu culpa voy a tener que comprar un pastel del super y mi mamá no va a tener un pastel bonito”, contesta el cliente.
Después de reírse de él, la joven le explicó que no pensaba mal ofertar su trabajo.
El cliente le dijo que era una grosera y que solo le interesaba el dinero, todavía le dio un plazo de tiempo para que lo pensara y se lo vendiera más barato.
“Te dejo que me lo dejes en 150”, no pues qué ofertón.
Aquí les dejamos el chismecito completo: