Este miércoles, se registró el primer ataque al Kremlin desde el inicio del conflicto bélico con Ucrania. Por lo que los rusos acusaron a este país de querer asesinar al presidente Vladimir Putin, cuando al menos dos drones intentaron atacar el corazón de Rusia, pero fueron derribados por las defensas antiaéreas del complejo residencial.
El hecho ocurrió en el complejo presidencial y sus restos cayeron dentro del mismo sin causar víctimas ni daños materiales, pero sí un fuego sobre una de las cúpulas del edificio. En respuesta, Moscú amenazó a Kiev con tomar medidas de represalia donde y cuando lo considere oportuno.
El Kremlin describió estas acciones como un plan terrorista y un intento de asesinato del presidente en vísperas del Día de la Victoria y el desfile del 9 de mayo. Sin embargo, no se especifica si Putin se encontraba en la residencia oficial en el momento del ataque.
La tensión entre Rusia y Ucrania ha aumentado significativamente en las últimas semanas, y los expertos temen que este incidente pueda ser utilizado como excusa para un ataque terrorista a gran escala por parte de Ucrania. Por su parte, el gobierno ucraniano ha negado cualquier implicación en el ataque y ha expresado su preocupación por la posibilidad de una escalada en el conflicto.
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