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Datos curiosos sobre la muerte de Hernán Cortés

La muerte de Hernán Cortés se registró en la casa de un de sus amigos, luego de que se quedara en la calle y sin dinero tras regresar a España.
Datos curiosos sobre la muerte de Hernán Cortes

Querido por muchos y odiado por otros más, el conquistador español se ganó un lugar en la historia, aunque para el final de su vida, pasó desapercibido. Por esto, aquí te dejamos algunos datos sobre la muerte de Hernán Cortés.

Aunque hizo mucho por España, la muerte de Hernán Cortés pasó al olvidó por mucho tiempo, pero aquí te vamos a contar más sobre esta.

La muerte de Hernán Cortés se registró un día como hoy, 2 de diciembre, pero de 1547. Falleció a los 62 años de edad.

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Hernán Cortés murió solo | Foto: Archivo

Muerte de Hernán Cortés: así fueron sus últimos días

La muerte de Hernán Cortés pasó desapercibida, debido a que vivía en la soledad y estaba abandonado.

Falleció en la casa de un amigo, en Castilleja de la Cuesta, donde se tuvo que refugiar luego de no tener dinero y quedarse en la calle después de la década de 1530, tras su regreso a España.

Datos sobre la muerte de Hernán Cortés

El conquistador murió debido a pleuresía, que es una inflamación de los tejidos que recubren el aparato respiratorio.

Cortés había pedido en su testamento ser enterrado en la Nueva España, aunque quería pasar 10 años primero en su país natal.

Sin embargo, esto no se cumplió, pues pasó 19 años en España, para luego ser trasladado a México en 1566.

Los entierros de Hernán Cortés

El primer entierro fue después de la muerte de Hernán Cortés, en 1547, para su entierro en la cripta de la familia del duque de Medina Sidonia, en la iglesia del monasterio de San Isidro del Campo, en Sevilla.

Tras tres años, se hizo la primera exhumación para llevar sus restos junto al altar de Santa Catarina, en la misma iglesia.

Para 1566, los restos del conquistador español fueron trasladados a México, a pesar de que no era una figura a la que se le tuviera cariño en el país.

Los restos de Hernán Cortés llegaron a Texcoco, aunque no fueron depositados en el monasterio de Coyoacán, sino en la iglesia de San Francisco, donde estaban los de su madre Catalina Pizarro.

Este fue su tercer entierro, mientras que el cuarto fue tres años después de su llegada, en la capilla mayor del convento de San Francisco, en la Ciudad de México.

El quinto fue varios años después, en 1716, pues los restos de Hernán Cortés fueron trasladados a la parte posterior del retablo mayor de la misma capilla.

Para 1794 se realizó su sexto entierro, pues el conquistador español fue llevado a la iglesia de Jesús Nazareno, contigua al hospital de Jesús, fundado por Cortés.



Más datos sobre la muerte de Hernán Cortés

Sus restos estaban en el presbítero junto al Evangelio, donde se encontraba un monumento en su honor.

Tras 1823, luego de que se consumara la Independencia, el ministro Lucas Alamán decidió, de manera secreta, trasladar los restos de Hernán Cortés ante el temor de que fueran quemados, como se había advertido.

Estos fueron escondidos bajo una tarima del altar mayor de la iglesia donde de por si estaban, cambiando solo su locación.

Aunque en 1836 los cambió otra vez de manera secreta en un nicho de un muro del lado del Evangelio, siendo este su octavo entierro.

Para 1843 se reveló el secreto, aunque no fue sino casi 100 después, en 1946 cuando se hizo una excavación para corroborar que fuera cierto.

Tras confirmar que se trataba del conquistador español, sus restos fueron vueltos a poner en el mismo lugar, aunque se colocó una placa con su nombre, así como con el año de nacimiento y de muerte de Hernán Cortés.

Datos curiosos sobre la muerte de Hernán Cortes
Placa para indicar donde se encuentran los restos de Cortés | Foto: Chilango
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