La batalla contra el incendio que ha asolado los montes de Tenerife durante los últimos seis días ha dado un respiro, con la disminución en la velocidad de su avance.
Si las condiciones meteorológicas continúan favorables, se espera que la situación se estabilice en las próximas horas; no obstante, se ha anunciado que el área afectada será declarada oficialmente como una ‘zona catastrófica’.
La mejoría en la situación ha permitido poner fin a las evacuaciones que habían sido implementadas en zonas afectadas por el incendio en los municipios de Arafo y El Rosario, según lo decretado por la Dirección General de Emergencias del Gobierno de Canarias.
A pesar de esta reducción en la urgencia, el incendio ha arrasado más de 13 mil 383 hectáreas, con un perímetro que se extiende a lo largo de 90 kilómetros.
Aunque no se han reportado víctimas mortales ni destrucción de viviendas hasta el momento, la magnitud de la tragedia medioambiental es innegable.
Durante una visita al puesto de mando avanzado en Arafo, el presidente del gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha anunciado que una vez que el incendio esté bajo control, el Consejo de Ministros aprobará la declaración de ‘zona gravemente afectada por una emergencia de protección civil’, comúnmente conocida como ‘zona catastrófica’.
Sánchez aseguró que el gobierno brindará su apoyo en las tareas de reconstrucción y asistencia a las personas afectadas por el fuego, además de ofrecer su solidaridad con los evacuados que se han visto forzados a abandonar sus hogares.
Uno de los puntos críticos es la zona de Izaña, ubicada en el Parque Nacional del Teide, donde se encuentran un observatorio del Instituto de Astrofísica de Canarias y una estación de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
Este incendio también está afectando a numerosas especies de aves y espacios naturales de gran valor ecológico, lo que ha generado una creciente preocupación entre los conservacionistas y las autoridades locales