El gobierno de Ecuador reveló este lunes (06.04.2020) que en los últimos días recogió al menos 500 cadáveres que estaban en el interior de viviendas en la ciudad de Guayaquil, la más castigada por la pandemia del coronavirus en el país sudamericano.
«Ya no hay casos atrasados», manifestó a la agencia española efe Jorge Wated, responsable de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) destinada para la crisis en Guayaquil, epicentro del brote de coronavirus en Ecuador, que ha sido en la última semana escenario de una grave acumulación de cadáveres.
Wated dijo que la FTC, adscrita al Ejército, ha recolectado todos los cadáveres que se encontraban en domicilios en Guayaquil desde el comienzo de la crisis, el lunes de la semana pasada.
La fuerza especial «ha recogido unos 500 cadáveres de los domicilios» y «entregado unos 480 certificados de defunción que ha permitido que las funerarias privadas puedan trasladar y enterrar más rápido», aseguró.
El jefe de la FTC explicó que cuando sus efectivos civiles y militares llegaron a Guayaquil ya «había acumulados cientos (de muertos), más los que se iban muriendo todos los días».
«En seis días hemos conseguido igualarnos entre el número de fallecidos en viviendas y los que alcanzamos a recoger», añadió.
Un coche fúnebre y camionetas que transportan restos en ataúdes hacen cola frente al cementerio «Jardines de la Esperanza» de la ciudad de Guayaquil, la más afectada por el coronavirus en Ecuador. (06.04.2020)
La crisis se originó por la reducida actividad de los servicios fúnebres, a raíz del toque de queda de 15 horas decretado para frenar la propagación de la COVID-19, y del temor a contagiarse por parte de sus operarios.
Solo la provincia de Guayas, cuya capital es Guayaquil, registra hoy 2.534 casos, un 67,6% del total en el país (3.747, según el último parte).
Contribuyó a esa situación en Guayaquil el creciente número de muertos a raíz de la emergencia sanitaria, pues a los habituales -de 40 a 50-, se sumaron los causados por la pandemia, y aquellos que no ha podido comprobarse si fueron portadores del virus.
En Guayaquil, el nuevo está llevándose por delante a médicos y enfermeras, la primera línea de choque contra la pandemia. La velocidad de contagio dentro del sistema de salud de esta ciudad ecuatoriana, ya minado por la ola de pacientes, podría debilitarlo aún más antes de que llegue lo peor.
Se espera que en las próximas semanas mueran hasta 3.500 personas por el COVID-19 solo en la provincia de Guayas y su capital, Guayaquil.
Ya van más de 3.700 casos con 191 muertos en Ecuador desde el 29 de febrero. Un 67% de los contagios se concentra en esa zona del suroeste de este país de 17,5 millones de personas.
Una mujer espera los restos de un familiar en las afueras de un hospital de Guayaquil, Ecuador. (Foto del 01.04.2020)
El viceministro de salud, Ernesto Carrasco, había declarado la víspera que 1.600 trabajadores del aparato sanitario estaban infectados. Pero el titular de la cartera, Juan Carlos Zevallos, precisó este lunes que ese número corresponde a casos sospechosos, mientras que los contagiados en el sistema de salud llegan a 417.
«Tenemos equipo, camas, espacio, pero nos hace falta personal», dijo Carrasco, mientras el país cuenta con 4.165 centros de salud, tres cuartas partes en el sector público.
#EFETV | Unos 4.000 ataúdes de cartón para Guayaquil donde siguen recogiendo cadávereshttps://t.co/m09Vc9xQ3U pic.twitter.com/1PoHiFoI6Z
— EFE Noticias (@EFEnoticias) April 5, 2020
|#Actualidad| El nuevo coronavirus en Guayaquil ha provocado que los muertos sean colocados en ataúdes de cartón. La velocidad de contagio ha minado incluso al personal de salud que ha enfermado antes de que llegue lo peor.#DL #DiarioLibre #COVID19 pic.twitter.com/IHK7Aj3Tan
— Diario Libre (@DiarioLibre) April 7, 2020