En un nuevo giro de la pandemia de COVID-19, una variante emergente conocida como Eris irrumpió en escena como la dominante en más de 50 países, despertando la atención y preocupación de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Aunque no se ha demostrado que Eris sea más letal, su capacidad para evadir parcialmente la inmunidad previa generó un aumento en los casos en diversas regiones.
La variante Eris, originada de la ya conocida variante Omicron, captó la atención de los expertos en salud global. Su aparición en 51 países, desde China hasta Estados Unidos, llevó a la OMS a clasificarla oficialmente como una variante de interés, lo que resalta su importancia en la evolución de la pandemia.
A pesar de su rápida expansión, la OMS señaló que Eris no presenta un riesgo significativamente mayor en comparación con las variantes previas del virus. Aunque aún se está investigando su potencial de transmisión, hasta el momento no se han observado síntomas más graves asociados con esta variante en particular.
Sin embargo, lo que hace a Eris notable es su capacidad para evadir parcialmente la inmunidad adquirida a través de la exposición previa al virus o la vacunación. La variante presenta suficientes cambios genéticos como para sortear ciertas defensas inmunológicas, lo que la hace potencialmente más capaz de causar reinfecciones.
«La mutación significa que más personas son susceptibles porque el virus escapa la inmunidad adquirida», explicó el New York Times. Esto podría resultar en un aumento de casos y una mayor propagación del virus en lugares donde la variante ha prevalecido.
Aunque aún no se alcanzó el nivel de gravedad experimentado en olas anteriores, la doctora Meera Chand, citada por la BBC, informó que los síntomas relacionados con la variante Eris son similares a los observados con la variante Omicron. Estos incluyen tos, garganta seca y síntomas similares a un resfriado común. La similitud entre las variantes podría confundir a las personas, lo que lleva a la pregunta: ¿Estás seguro de que lo que experimentaste recientemente era solo un resfriado?
La elección del nombre «Eris» sigue la tradición de nombrar a las variantes del virus con nombres de dioses o deidades. En este caso, el nombre proviene de la diosa griega de la discordia, lo que refleja la incertidumbre y las interrupciones que las variantes han traído consigo a lo largo de la pandemia.