Una mujer que criaba 20 gatos gigantes en Bataysk, región rusa de Rostov, fue devorada por los felinos después de que se derrumbara su casa; la policía tardó dos semanas en descubrir su cadáver.
Uno de los empleados de la mujer alertó a la policía, pues llevaba días sin comunicarse con ella, por lo que las autoridades acudieron al lugar y descubrieron los restos de la mujer, parcialmente comidos por los gatos.
“Los gatos se quedaron solos durante dos semanas, no había comida, entonces, ¿Qué iban comer? (…) Es comprensible, ¿verdad? Comieron lo que había”, dijo un rescatista.
La policía determinó que la mujer que criaba a los felinos con pedigrí Maine Coon en su casa, llevaba muerta dos semanas.
Los gatos fueron reubicados con nuevos dueños por la cantidad de 35 dólares cada uno, son de gran tamaño y un raza muy popular.
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